ESTRASBURGO.- El Parlamento Europeo (PE) instó hoy a que la modernización del Acuerdo de Asociación de la Unión Europea (UE) con Chile, en vigor desde 2003, dé lugar a un tratado "ambicioso y global", y que sus negociaciones sean transparentes y concluyan antes del final de esta legislatura europea.
Por 569 votos a favor, 84 en contra y 35 abstenciones, la Eurocámara aprobó una serie de recomendaciones al Consejo y a la Comisión Europea (CE), en quien los Estados miembros delegan la capacidad de negociar sus acuerdos conjuntos, de cara a las negociaciones con el país latino, cuya tercera ronda concluyó la semana pasada.
La resolución, que no es vinculante, pide reforzar la cooperación en ámbitos como sus principios democráticos comunes, la lucha contra el cambio climático y la corrupción, la garantía de la igualdad de género y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El debate previo sobre este informe de recomendaciones contó con la presencia del comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, quien en nombre de la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, subrayó el "buen progreso" de las negociaciones y la intención de concluirlas en 2018.
"Europa y Chile están lejos geográficamente, pero vemos el mundo con los mismos ojos", dijo el comisario, que recordó que Chile fue el primer país latinoamericano en firmar un acuerdo de asociación con el bloque europeo en 2002, un tratado que entraría en vigor el año siguiente.
También el ponente del informe, el conservador británico Charles Tannock, celebró que la UE esté modernizando acuerdos previos en lugar de empezar otros desde cero con diferentes regiones del mundo, y aseguró que Chile es una "democracia madura" con una "fuerte mirada internacionalista".
Buena parte de los eurodiputados que participaron en el debate fueron españoles, como los parlamentarios del Partido Popular Europeo José Ignacio Salafranca, que subrayó que el acuerdo ha funcionado bien hasta ahora, y Agustín Díaz de Mera, que pidió una especial atención a los capítulos de seguridad y la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado.
"Cuando China y Rusia están penetrando tanto en Latinoamérica, es necesario que los socios que comparten valores refuercen sus relaciones y sus compromisos", afirmó Díaz de Mera.
Por parte de la bancada de los socialdemócratas, el eurodiputado y copresidente de la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana (EuroLat), Ramón Jáuregui, tildó de "importantísimo" que la UE sea capaz de ver la importancia de la plataforma "hacia Asia" que supone Chile, para lo que la modernización del acuerdo es clave.
La también socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero pidió garantizar que la Eurocámara tenga acceso a todos los textos de la negociación y garantizar la "participación e implicación" de la sociedad en todo el proceso.
Varios eurodiputados, como el liberal Javier Nart (Ciudadanos), pidieron que la UE entre como observadora en la Alianza del Pacífico, como ya hacen varios países europeos, entre ellos España.
Los europarlamentarios de los grupos de izquierda fueron más críticos con aspectos del acuerdo como la ley del agua, que destacó Jordi Solé (ERC), o el conflicto con el pueblo nativo mapuche, que abordaron Javier Couso (IU) y Ana Miranda (BNG).
"Estas comunidades en resistencia precisan diálogo y respeto, y no garrote como en tiempos de la dictadura. En un acuerdo bilateral nos tenemos que hacer cargo de los compromisos en materia de derechos humanos", advirtió la eurodiputada gallega.
En este sentido, la recomendación del Parlamento a Bruselas y a los países de la UE anima a Chile a "encontrar una solución para el conflicto con el pueblo mapuche y otros pueblos indígenas".
"Este tema se ha abordado en encuentros anuales regulares sobre derechos humanos entre Chile y la UE, y seguirá abordándose si hay motivos de preocupación", dijo Stylianides en su intervención al final del debate.