BOGOTÁ.- Iván Duque ganó el domingo la segunda vuelta de la elección presidencial en Colombia con el 53,98% de los votos y derrotó a su rival izquierdista, Gustavo Petro, por más de 12 puntos porcentuales.
El Presidente electo enfrentará grandes desafíos cuando asuma el cargo en agosto, luego de prometer unir a un país dividido en torno a los cambios al acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC y el modelo económico.
Duque ha prometido impulsar la economía con un Producto Interno Bruto (PIB) valorado en US$324.000 millones, que según el Gobierno crecerá un 2,7% este año a través de reducciones de impuestos a las empresas y un apoyo a las industrias extractivas del petróleo y el carbón, los principales productos generadores de recursos por exportaciones.
Esto luego que el año pasado la economía colombiana experimentó uno de sus períodos más difíciles desde hace ocho años: la actividad local creció un 1,8%.
"Desde un punto de vista económico, la victoria de Duque es tranquilizadora. Crea un panorama positivo para la economía colombiana, aunque habrá muchos desafíos en los próximos meses", señaló Carlos Sepúlveda, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario.
Se espera que la reacción del mercado a la victoria de Duque sea moderada ya que los inversionistas apoyan en gran medida sus políticas económicas para el país de 50 millones de habitantes.
Aun así, algunos han expresado su preocupación de que los recortes de impuestos propuestos en la campaña puedan empeorar la situación fiscal. Duque tendrá que impulsar cambios fiscales impopulares, incluida una revisión de las pensiones, clave para preservar el grado de inversión de Colombia.
Otra de las ideas del Mandatario electo es simplificar el sistema tributario para empresas y personas naturales "con tarifas competitivas, mínimas distorsiones y digitalización total de las plataformas tributarias, con automatización de procesos de devolución".
Asimismo, según el diario colombiano La República, debería abordar de manera prioritaria puntos como el de la crisis de la salud; la alta informalidad del mercado laboral (48,2%); el acceso a la educación universal; el gasto en subsidios; la reconciliación nacional o la pobreza monetaria en la que viven unas 13 millones de personas en la actualidad (26,9% de la población)
A pesar de la derrota de Petro, el interés de los jóvenes electores por temas como la desigualdad, la corrupción, la inversión social y un cambio para acabar la vieja clase política, podrían abrir una oportunidad para la izquierda, posiblemente en 2022.
"Si Duque no logra poner en marcha sus promesas y no se comienzan a ver resultados concretos, si no procura buscar lazos de reconciliación, el evento de que la izquierda gane podría darse en 2022", afirmó Andrés Pardo, director ejecutivo del holding de inversiones Corficolombiana.