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Los problemas que enfrentan en París los servicios de autos eléctricos compartidos y bicicletas

La empresa a cargo del servicio pronosticó pérdidas de 300 millones de euros, pero igualmente quieren mantenerse en la ciudad francesa. El sistema de bicicletas de la ciudad también se encuentra con problemas.

24 de Junio de 2018 | 10:06 | Bloomberg
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El Mercurio
BLOOMBERG.- París fue una adelantada del transporte compartido: en 2007 lanzó Velib, el primer sistema urbano masivo de bicicletas compartidas, y un sistema de autos eléctricos compartidos llamado Autolib en 201, que permite que los usuarios tomen y dejen autos eléctricos en estaciones de carga de la ciudad . Ahora ambos emprendimientos se han frustrado.

La ciudad de París y otros gobiernos municipales cancelaron el jueves su contrato con la operadora de Autolib, Bollore SA, luego de que la compañía pronosticara pérdidas de 300 millones de euros en los próximos cinco años y pidiera que los contribuyentes se hicieran cargo de buena parte del costo. Los usuarios también protestaron por las condiciones de suciedad y pobre mantenimiento de los autos.

Bollore, un grupo francés que también fabrica los 4.000 miniautos eléctricos de Autolib, aún quiere llegar a un acuerdo para que el sistema continúe en operaciones, dijo la compañía en una declaración a última hora del jueves.

La disputa podría plantear dudas respecto de la viabilidad de los programas de autos compartidos que proporciona Bollore en varias otras ciudades, entre ellas Indianápolis, Los Ángeles y Singapur. Un vocero del grupo dijo que sus programas de autos compartidos en otras ciudades funcionaban bien y seguían creciendo.

Según Adam Cohen, un investigador asociado del Centro de Investigaciones en Sustentabilidad del Transporte de la Universidad de California en Berkeley, Autolib "es uno de los modelos más complicados" para los sistemas de autos compartidos.

"Los costos de infraestructura son mayores debido a que los vehículos eléctricos exigen estaciones de carga, que deben construirse en múltiples lugares. Por otra parte, los autos permanecen horas fuera de servicio mientras se los carga, a diferencia de los vehículos convencionales, que pueden alquilarse con rapidez a otros usuarios", señala Cohen.

Comenta que "todo eso genera mucha presión económica en el sistema".

Bicicletas en problemas

El sistema urbano compartido para ciclistas, Velib, también ha experimentado una caída. Hace apenas un año era uno de los sistemas de bicicletas compartidas más grandes y populares del mundo. Con más de 100.000 viajes diarios, inspiró programas similares en Europa y los Estados Unidos.

Pero al expirar el contrato de operación, que estaba en manos del gigante publicitario francés JCDecaux SA, los gobiernos municipales eligieron un nuevo proveedor, una startup llamada Smovengo que operaba sistemas más pequeños de bicicletas compartidas en alrededor de dos decenas de ciudades europeas y prometió más bicicletas eléctricas y otras innovaciones.

La nueva operadora, sin embargo, ha tenido problemas. Para enero, Smovengo había logrado mantener el funcionamiento de menos de 100 estaciones en la ciudad y los suburbios, en comparación con las 1.200 anteriores.

La cantidad ha aumentado a más de 700 desde entonces, pero mientras tanto operadoras de bicicletas sin estaciones como Ofo y Mobike han ingresado con energía a la ciudad y a menudo estacionan hileras de bicicletas cerca de estaciones vacías de Velib. Smovengo ha atribuido las demoras a problemas técnicos y disputas legales con la operadora anterior, JCDecaux.

Los problemas de Autolib y Velib constituyen un golpe para la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que ha tratado de combatir la contaminación aérea alentando a la población a usar bicicletas y autos eléctricos en lugar de vehículos a combustión de gasolina.
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