SANTIAGO.- Polémica ha generado la votación del estatuto laboral juvenil al interior de la oposición. Es que luego de que la iniciativa impulsada desde el Gobierno fuera aprobada este jueves en la Cámara de Diputados por 83 votos a favor y 51 en contra, miembros del oficialismo y también de la DC salieron a recriminar a los parlamentarios del PS y del Frente Amplio por darse "una vuelta de carnero".
Sucede que, el emblemático proyecto del ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, había contado previamente, en las comisiones de Trabajo y Hacienda, con el respaldo de la oposición. Sin embargo, después de que la CUT, la ANEF y la Confech acudieran al Congreso para conversar con las respectivas bancadas, el PS, el FA y el PC tomaron distancia del acuerdo y terminaron votando en contra de él acusando que "precariza el empleo".
Tras ello, el jefe de bancada DC, Matías Walker, reprochó: "Hay una vuelta de carnero inentendible para la ciudadanía, al aprobar todo el proyecto en particular en la comisión, mejorándolo sustancialmente, y después rechazar la idea en Sala".
De hecho, el mismo presidente de la DC, Fuad Chahín, criticó en entrevista con El Mercurio el actuar del presidente de la comisión de Trabajo, Gastón Saavedra (PS), quien "votó a favor de prácticamente todo el proyecto en comisión, y después ante el bullying del FA se da vuelta en la Sala con sus diputados claramente".
También el subsecretario de la Segpres, Claudio Alvarado, lamentó que "parlamentarios (del PS y FA) que entregaron su apoyo en las comisiones de Hacienda y Trabajo hayan cambiado de opinión sin que hayan existido cambios al articulado del proyecto".
Por su parte, desde el Frente Amplio, la diputada Gael Yeomans aseguró a Emol que en su coalición nadie se comprometió a que la votación iba a ser igual en la comisión que en la Sala. "Hay una práctica en el Congreso, que a lo mejor se hace costumbre para los diputados, de que cada vez que uno vota en las comisiones, debería repetir siempre esa votación. Me parece que eso quita lugar a la posibilidad de uno cuestionarse y ver cómo se avanza en los proyectos, me parece que ver las posiciones de los diputados de esa manera, es súper restrictivo".
Respecto a las críticas provenientes tanto del oficialismo como desde la oposición, la diputada declaró que le parecen "improcedentes". "No corresponden, porque en el trabajo en comisión hicimos todo el esfuerzo por ingresar las indicaciones correspondientes para que el proyecto no fuera un retroceso y el mismo ministro es testigo de eso (...) Se quería sacar el proyecto a como de lugar y en eso, nosotros al menos, no somos responsables".
"Creemos que, en el global, el proyecto es un riesgo para los trabajadores estudiantes"
Gael Yeomans (IL), diputada Frente Amplio
En ese sentido, Yeomans explicó que efectivamente en comisión la bancada del Frente Amplio votó a favor del proyecto, pero sujeto a la aprobación de una serie de indicaciones que no fueron aprobadas posteriormente.
"Lamentablemente no ganamos todas las indicaciones que presentamos en la comisión y a nuestro juicio, algunas de las que perdimos, eran de suma importancia y constitutivas de retroceso en materia de derechos", subrayó.
La CUT en picada contra el proyecto y el ministro
Este martes, entrevistada por Radio Universo, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, defendió con fuerza a los parlamentarios que cambiaron su voto en la Sala y se fue en picada en contra del proyecto y del ministro Nicolás Monckeberg.
"Me parece preocupante que un ministro del Trabajo que fue parlamentario no sea capaz de entender que los parlamentarios no siempre actúan por presión, sino que pueden hacerlo por convencimiento ¿no?", dijo la dirigenta sindical.
Lo anterior, luego de que el titular de la cartera afirmara a Emol que "vimos en el Congreso dos oposiciones muy distintas: una que estudia los proyectos y los apoya cuando mejoran la vida de los chilenos y otra que antes de leerlos los rechaza sólo por que vienen del Gobierno".
En ese sentido, Figueroa enfatizó que los parlamentarios "pueden cambiar de opinión porque entienden argumentos" y agregó: "Tiendo a suponer que cuando uno dice que cambiaron el voto por presión yo digo bueno ¿creerán que son todos una manga de tontos y estúpidos en el parlamento, que no son capaces de pensar?".
"El problema no es solo del estudiante porque efectivamente hay que darle garantías, el problema al final del día es que por darle garantías a él, voy a terminar sustituyendo otra mano de obra, (y) finalmente voy a ir en la política de precarizar el empleo. Entonces el puesto de trabajo se va a desvalorar y eso se va a trasformar en un estándar para todos los trabajadores, independiente si sean estudiantes o no", explicó.
"Lo que estamos viendo es que detrás de estas medidas de regulación de sectores específicos, lo que se está tratando de imponer es una medida que garantice o permita la sustitución de puestos de trabajo"
Bárbara Figueroa, presidente de la CUT
Consultada por su relación con el ministro, Figueroa respondió que: "En materia de relaciones institucionales no somos amigos, más allá de cualquier consideración, esto no es un tema de confianzas más o menos. Lo que se mide es la capacidad de sensibilizar, de comprometer y de traer a nuestras posiciones a la contra parte (…) Es lo que hacemos cuando vamos al Parlamento a discutir con los parlamentarios y convencemos, y algunos de ellos entienden nuestro planteamiento y por lo tanto son capaces de rechazar una normativa que va a ayudar a la precarización de los puestos de trabajo".