Mauricio Quezada, Las Últimas Noticias.
SANTIAGO.- La tradicional grifería
Nibsa, firma ligada a la familia García Ortiz, con 73 años en el negocio, mandó ayer un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para reconvertirla en una empresa comercializadora.
Esto implica suspender en forma definitiva los procesos productivos de fundición y mecanización de productos que se ejecutan en su planta de San Joaquín. El proceso de cierre del área productiva será desde el 31 de agosto e involucra la desvinculación aproximada de 130 empleados, a quienes se les pagará un monto estimado de indemnización por años de servicio de aproximadamente $1.000 millones.
La compañía también señaló que ofrecerá cursos de capacitación en gasfitería y otras actividades afines a los trabajadores que serán desvinculados, con el fin de facilitar su reinserción laboral.
Así, Nibsa se une a las empresas que se han visto obligadas en el último tiempo a recortar sus procesos productivos o, derechamente, a cesar sus operaciones, como Maersk, la quiebra de la constructora CIAL en Temuco, el término de la unidad productiva de Iansa en Linares y el fin de la planta de Pastas Suazo en Curicó.