SANTIAGO.- "Difíciles". Así califica Alfonso Swett sus primeros cuatro meses a la cabeza del gremio empresarial más importante de Chile: la Confederación por la Producción y del Comercio (CPC). Es que el director de Forus reconoce que no le ha tocado fácil y además revela que se ha debido enfrentar a situaciones que hasta lo hicieron pensar en su salida de la entidad.
De esta forma, en un ciclo de conferencias de la Facultad de Derecho de la PUC, el timonel de la CPC relató desde su posición como líder empresarial la importancia del diálogo social y, para ejemplificarlo, recurrió a contar el que ha sido, probablemente, uno de sus momentos más complicados en su cargo.
Así, en la antesala de su narración, Swett comenzó diciendo que "diálogo es la capacidad y la voluntad de dejarse convencer. Mientras no entendamos eso, no va a funcionar y vamos a terminar con esta palabra absolutamente manoseada y absolutamente sobre dimensionada".
Y para evidenciar la relevancia de ese diálogo -que hoy impulsa con fuerza desde el gremio-, el también consejero de la Sofofa hizo un análisis respecto al "cambio de rol" de la CPC el último tiempo.
"La CPC que hemos conocido en el último tiempo se basaba en el gremialismo de representar intereses. Básicamente consistía en que si había un problema con una empresa, esa empresa llamaba a la CPC y uno salía a defenderla, ese era el rol (...) La CPC tenía que ir a representar los intereses de las empresa".
En cambio, la que él llama "la CPC 4.0" -nombre inspirado en la Revolución Industrial 4.0 que se vive actualmente- tiene una misión diferente: "Nosotros lo que queremos sembrar es la semilla del gremialismo con responsabilidad social (...) la empresa ya no parte en las ventas ni en la utilidad, sino que en la sociedad y todo lo que hagamos va a tener que ser un aporte a la sociedad", explicó.
"Nosotros no hemos tenido diálogo social, hemos tenido diálogo de élite (...) Aquí el tema de diálogo social es más eslogan que realidad"
Alfonso Swett, presidente de la CPC
"Y les tengo que decir que esto, que puede sonar bonito, es difícil... Me ha sido difícil estos cuatro meses", reveló frente a los alumnos de magíster de Derecho de la PUC haciendo especial alusión al mencionado rol de "representatividad" que tiene -tenía- la CPC cuando una empresa tiene un problema.
"Me senté y pensé: 'Mañana estoy despedido'"
"Lamentablemente llevaba dos meses en la CPC y sale el tema de SQM", dijo recordando el polémico anuncio de que Julio Ponce Lerou regresaría a la minera no metálica, pero en formato de "asesor".
Así, la mañana del 5 de junio, "nosotros estábamos en comité ejecutivo con las seis ramas de la CPC y vi esto y les dije: 'Miren ¿saben qué pasa? Hay que ser duros con esto'. Y me dicen 'pero cómo, tenemos dos ex presidentes de la CPC en SQM, no podemos ser duros'".
Swett recordó que se puso firme: "Miren, yo vine acá -a la presidencia de la CPC- y yo dije que mi visión era la sociedad. Otro mientras tanto me decía, 'pero oye, espérate un poco, no tenemos toda la información'. Pero no, yo salí hablando durísimo contra SQM".
De hecho, el empresario repitió textuales sus palabras de esa mañana a la prensa: "Dije que no me gusta, que esto le hace mal al país, que le hace mal a la sociedad, que le hace mal a la empresa y que nos hace mal a todos".
"Y la verdad es que lo pasé mal (...) A las 10 de la mañana salió el ministro de Economía y dijo que había que respetar los contratos y ahí dije 'chuta, el Gobierno se fue por otro lado diferente al mío'. A las 11:30 sale el ministro Chadwick y dice que la decisiones van por caminos separados".
"A las 12 me suena el teléfono... me llamaba parte del gremialismo representativo (de las ramas de la CPC) y me dice 'mira Alfonso, yo estaba tan contento y acabo de ver Emol y estoy un poco preocupado'", contó Swett.
Entonces el empresario le preguntó por qué su preocupación y la persona al otro lado le respondió: "La verdad es que tú le estay pegando a los tuyos".
Pero Swett se defendió: "No, yo no le estoy pegando a los míos, yo estoy hablando con sentido común, de lo que yo les propuse a ustedes (como su labor y foco de presidente). Yo tengo responsabilidad y una mirada de sociedad... ¡La sociedad no es tonta!".
Ahí, se tensó la conversación y su interlocutor le dijo: "Tú no entendís nah, te lo voy a explicar como soy yo del campo: ¡Entre bueyes no hay cornada!" (en alusión a que entre compañeros o amigos no hay cuestionamientos).
"No, yo no le estoy pegando a los míos, yo estoy hablando con sentido común. Yo tengo responsabilidad y una mirada de sociedad... ¡La sociedad no es tonta!"
Alfonso Swett, presidente CPC
"Entonces le dije, ¿usted me da cinco segundos?". Llegado a este punto de la narración, Swett se levantó de su asiento en el seminario e imitó lo mismo que hizo ese día: "Me paré y dije: ¿Sabe? ¡Estoy ni mirando pa' abajo y todavía no soy buey! ¡Pah'! y le corté el teléfono".
Después, confesó todo lo que pasó por su mente: "Me senté y pensé: 'Mañana estoy despedido'", recordó entre risas. "A las 12:30, y después de esa llamada, yo pensé que al otro día estaría afuera de la CPC".
"Pensé que iban a haber una serie de presiones, además el Gobierno no estaba en línea con la tesis que había planteado y, en definitiva, había generado molestias en el gremialismo empresarial. Entonces, la verdad, yo me sentí medio 'pedido', había una sugerencia de dejar mi cargo a disposición".
"Lo que me salvó" de no ser despedido de la CPC
Pero Swett no dejó su cargo y hoy, a dos meses del episodio, él asegura enfático que lo que lo salvó "fueron las redes sociales (...) fue la opinión de la gente" que lo apoyó tras sus declaraciones.
"Aquí la clave no está en pensar lo que nos conviene a los gremios, es pensar en lo que le conviene al país y eso es disruptor", por ello volvió a mencionar la importancia del diálogo social dentro del escenario país.
"Siento que estamos avanzando en esto del diálogo, pero no va a ser fácil y no ha sido fácil y sé que también está dentro de las probabilidades que no termine dentro del cargo, pero sí siento que cada día que pasa, el mundo empresarial está tomando y viviendo este discurso y se está sintiendo cómodo", opinó.
"Siento que, de alguna forma, se ha abierto el corazón en la gran mayoría de las empresas, porque nosotros antes sólo abríamos la mente, pensábamos que lo importante era tener la razón y aquí lo importante es que nos encuentren la razón".
Tras el seminario, Emol consultó a Bárbara Figueroa -quien también expuso en la instancia- si consideraba que esta actitud "moralmente correcta" de Swett le ha costado su popularidad dentro del mundo empresarial chileno, a lo que la presidenta de la CUT respondió: "Yo creo que siempre es incómodo que alguien de tu propia casa sea capaz de decirte cuando lo estás haciendo mal".
Sin embargo, agregó: "Tengo la impresión de que en ese camino, Alfonso no se ha equivocado (...) el presidente de la CPC da cuenta de que hay una apertura y una capacidad de ser autocrítico por parte del gremio empresarial que antes no se veía y eso, es algo que uno tiene que saludar".
