SANTIAGO.- En su Reunión de Política Monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile acordó
mantener la tasa de interés de política monetaria en 2,5%. La decisión fue adoptada por la unanimidad de sus miembros.
Así, dentro de los fundamentos que llevaron al consejo a mantener la tasa, figura la consideración de que "el escenario externo continúa caracterizado por un aumento de la percepción de riesgo para el mundo emergente, en particular para las economías que se perciben más vulnerables".
En dicho contexto, "en las últimas semanas se ha observado una depreciación relevante de las monedas emergentes, movimientos mixtos en los precios de las materias primas, flujos de capitales que siguen siendo negativos y premios por riesgo que han aumentado".
"Todo esto en un contexto en que persiste la divergencia entre las políticas monetarias en el mundo desarrollado y se han elevado las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China".
No obstante, agregó el informe del Central, "las perspectivas de crecimiento mundial tienen revisiones acotadas. En China, las cifras coyunturales de actividad han mostrado una desaceleración mayor que la prevista por el mercado, ante lo cual su autoridad ha activado varias medidas de impulso a la demanda".
En el ámbito financiero local, destacó la nueva depreciación del peso chileno, la que ha sido menor en términos multilaterales. "Esto se ha dado en línea con los desarrollos externos, donde destaca el fortalecimiento de la divisa estadounidense a nivel global, la disminución del precio del cobre y una intensificación de los problemas de algunas economías emergentes".
Sin embargo, "los datos de actividad y demanda del segundo trimestre dieron cuenta de un desempeño de la economía mejor que lo esperado y que se ha ido ampliando a más sectores. Destaca el mayor crecimiento de los sectores comercio, industria y algunos servicios".
"Aunque la tasa de desempleo ha aumentado, el mercado laboral ha comenzado a mostrar signos de recuperación. En particular, el empleo asalariado privado creció a tasas sobre 1% anual por segundo trimestre móvil consecutivo".
La decisión del Consejo consideró que el análisis contenido en el IPoM de septiembre, y los datos posteriores a su cierre estadístico, apuntan a que la evolución de las condiciones macroeconómicas hace menos necesario mantener el actual estímulo monetario.
"El crecimiento económico ha sido mayor a lo previsto, lo que ha reducido más rápido la brecha de actividad y ha consolidado las perspectivas de una convergencia más temprana de la inflación a la meta", señaló el ente rector.
Así, dadas las implicancias de mediano plazo de este escenario, "el Consejo considera que el estímulo monetario debería comenzar a reducirse en los próximos meses".
Asimismo, "reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años", indica el informe.