SANTIAGO.- Junto con el
crecimiento del gasto público de 3,2% en 2019 -el menor en ocho años- uno de los principales compromisos del Gobierno para el Presupuesto de la Nación del próximo año es el freno de la deuda pública.
Así lo planteó el
Presidente Sebastián Piñera la noche del martes, cuando en cadena nacional dijo que el proyecto de ley pretende "
recuperar la salud de nuestras cuentas públicas, reduciendo el déficit fiscal y congelando el crecimiento de la deuda pública como porcentaje del PIB".
La expansión del gasto público fue bien recibida por empresarios y economistas. A ellos se sumaron ayer las clasificadoras de riesgo
Fitch Ratings y Moody's, las que señalaron que el Presupuesto presentado está en línea con las metas del Gobierno y puede contribuir a estabilizar la deuda en los próximos años.
A marzo, la deuda bruta del Gobierno Central alcanzó un 23,5% del PIB y, según estimó Hacienda el año pasado, para fines del 2018 debería llegar a un 24% del PIB, el mayor nivel desde 1993. Por otra parte, el objetivo del Gobierno es converger a un déficit estructural de 1% del PIB al 2022, reduciendo 0,2 puntos del PIB al año.
Ariane Ortiz, vicepresidenta y analista de Moody's, señaló que el crecimiento del gasto de 3,2% "está en línea con la intención expresada por las autoridades de reducir el déficit estructural 0,2% del PIB cada año hasta 2022".
Una opinión similar tiene Todd Martínez, analista de Fitch Ratings, quien comentó que el proyecto "parece estar en línea con la meta del Gobierno de una reducción gradual del déficit estructural". Ante el compromiso de congelar la deuda -cuyo fuerte crecimiento en los últimos años ha sido el foco de los cuestionamientos de las clasificadoras-, sostuvo que con este erario eso podría lograrse en los próximos años: "Aunado a mayores ingresos gubernamentales como resultado de una fuerte recuperación económica, que esperamos continúe en 2019, (el presupuesto) debe contribuir a estabilizar los ratios de deuda en los próximos dos o tres años".