SANTIAGO.- Resultados del estudio "
Aquae Papers 9: determinantes de la tarificación internacional del agua residencial", publicación presentada la semana pasada por la Fundación Aquae, muestran un rango de precios abismante al comparar lo gastado en la urbe donde el agua resulta más costosa y aquella donde
el cobro por el suministro anual no supera siquiera los US$10.
El listado global lo lidera la ciudad de Richmond, Canadá, en donde sus residentes pagan una factura de US$1.038 por un consumo equivalente a los 100 metros cúbicos por año, seguida por la ciudad de Odense, Dinamarca, en que se pagan US$991 al año. En tanto, la otra cara de la moneda la viven los residentes de Argelia, quienes desembolsan US$9 por igual cantidad de agua.
Pero mientras los primeros lugares del ranking quedan reservados para localidades ubicadas en Norteamérica, Europa y Oceanía, mirando los resultados correspondientes a Latinoamérica, Chile se queda con la corona entre las ciudades con las tarifas más costosas.
Siete localidades nacionales aparecen en el listado de las diez más caras de la región, destacando La Serena, Copiapó y Antofagasta, las que junto a La Paz en Bolivia son las únicas ciudades latinoamericanas en entrar en el listado de las 100 ciudades más caras. Mientras que la capital de la Región de Coquimbo registra un gasto anual de US$346, equivalentes a $228 mil, Copiapó se queda atrás por poco con cobros por US$316, equivalentes a $208 mil, y Antofagasta registra US$261, igual a $172 mil.