SANTIAGO.- Cerca de las 12.00 horas de este miércoles los trabajadores portuarios eventuales de Valparaíso, que prestan servicios a la empresa Terminal Pacífico Sur (TPS), llevarán a cabo una asamblea en la que decidirán si aprueban o no el preacuerdo alcanzado con el Gobierno durante la tarde de ayer para poner fin a la paralización que hoy cumple
33 días.
Sobre esto habló en T13 Radio el gerente general de TPS, Oliver Weinreich, quien, sin conocer el detalle de lo que propuso el Gobierno a los trabajadores, señaló que entiende que se basó en la oferta que la empresa entregó el viernes pasado, lo que "se complementó con otras acciones las cuales todavía no estamos en conocimiento".
Y es que aclaró que TPS no participó en la reunión que tuvieron representantes del Ejecutivo, como el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, y la ministra Transportes, Gloria Hutt, junto a los dirigentes sindicales, pero sí afirmó que se juntaron previamente con el Gobierno y "sabemos más o menos lo que iban a ofrecer".
Pese a criticar que aquí "se logró algo con la fuerza, lo que no debería corresponder", manifestó, al ser consultado al respecto, que el acuerdo sí los representa como empresa "porque incluye la propuesta que hicimos nosotros íntegramente entiendo, entonces, por ese lado, estamos representados en esas propuestas".
Por lo tanto, según Weinreich, la propuesta que ellos presentaron la semana pasada, que consistía en la entrega de una giftcard de $200 mil y un préstamo blando de $550 mil para los empleados eventuales, se mantiene así, mientras que los gastos extra contemplados en las mejoras acordadas ayer saldrían desde los fondos del Gobierno. "Así suponemos que es", aseguró, agregando que lo ofrecido por el Ejecutivo tendría que ver con "capacitaciones, lo cual es muy bueno".
Respecto al eventual escenario en el que la asamblea rechace este preacuerdo, el gerente general de TPS fue claro: "Para mí es grave que no lo aprueben".
"Aquí todas las partes han hecho unos esfuerzos grandes, como también el Gobierno ha hecho un esfuerzo grande, y espero que sean sensatos (los trabajadores) y de que vean que aquí todos estamos llegando a lo que podemos hacer y también lo que ellos tienen que aceptar. Pedir por pedir no es la fórmula y rechazar por rechazar lo que ellos quieres o no han recibido tampoco es la forma de hacerlo, y menos con el efecto que tiene en la ciudad después", recalcó.
Por otro lado, negó que hubiese habido inflexibilidad por parte de la compañía para destrabar el conflicto, argumentando que "cuando estábamos bloqueados, cuando se amenaza a la gente, cuando se apedrean a nuestros trabajadores, eso no es normal y bajo esas condiciones es imposible dialogar".
"Nosotros el dialogo lo dimos cuando por lo menos había seguridad y paz y algunas garantías de seguridad para nuestra gente. Cuando vimos que eso ya estaba sucediendo, recién nos sentamos a dialogar", añadió.
Finalmente precisó que actualmente están operando con cerca del 90% de su capacidad, "porque a veces nos falta un par de personas porque se están manifestando afuera. Pero tenemos acá más de 600 trabajadores que están viniendo a diario a trabajar al puerto (...). No tenemos una paralización ni parcial ni total".
