David Malpass, el candidato de Trump para liderar el Banco Mundial.
Reuters
WASHINGTON.- El controvertido nombre propuesto por el presidente Donald Trump para liderar el Banco Mundial (BM) puede desatar una rebelión contra el dominio estadounidense en esa entidad e impulsar a que otros países lancen un candidato alternativo.
La Casa Blanca confirmó al Grupo de los Siete (G7) que Trump postulará al alto funcionario del Tesoro David Malpass con el objetivo de mantener el control estadounidense de una mayores entidades financieras del mundo.
El BM, que tiene sede en Washington, siempre fue presidido por un estadounidense desde su fundación tras la Segunda Guerra Mundial. En contrapartida, su entidad hermana, el Fondo Monetario Internacional (FMI), estuvo desde siempre bajo liderazgo europeo.
En años recientes, numerosos países considerados economías emergentes se han alzado contra esa norma no escrita y exigen un proceso de selección más abierto y basado en los méritos del candidato.
Expertos creen improbable que estos países puedan sumar fuerzas para derrotar al candidato de Estados Unidos. No obstante, puedan alzarse enérgicamente contra Malpass, que es un estridente crítico del FMI y del BM y suele decir que sus préstamos son "corruptos".
Muchos, incluyendo estadounidenses de los dos partidos, critican a Malpass y sus credenciales por cuanto señalan que no previó la crisis financiera mundial y expresó reparos, que luego resultaron infundados, a la política adoptada por la Reserva Federal para sacar a Estados Unidos de la recesión de 2008-2009.
"Opción tóxica"
"David Malpass sería un presidente del Banco Mundial desastroso. Es una opción tóxica" dijo el exsecretario asistente del Tesoro Tony Fratto.
Justin Sandefut, miembro del instituto Center for Global Development, dijo que Malpass "incurrió en malas prácticas en muchos asuntos; desde desdeñar los primeros indicios de la crisis global de 2008 hasta considerar la idea de abolir al FMI".
Malpass, actual subsecretario del Tesoro para asuntos internacionales, criticó severamente al Banco Mundial por seguir prestando dinero a China y a otros países relativamente ricos.
En una declaración ante el Congreso en noviembre de 2017, dijo que el BM y FMI "son a menudo corruptos en sus prácticas de préstamos y no obtienen beneficios para la gente común de los países" si no que "vuelan con billete de primera clase para aconsejar a los funcionarios de los gobiernos".
Malpass fue el economista jefe del banco de inversiones Bear Stearns desde 1993 hasta el colapso de esa entidad al inicio de la crisis financiera de 2008. Intentó infructuosamente llegar al Senado antes de integrarse al equipo de transición de Trump tras las elecciones de 2016.
Cabe recordar que la inesperada y prematura salida del presidente del BM Jim Yong Kim, que se hizo efectiva el 1 de febrero, cuando ni siquiera había llegado a la mitad de su mandato de cinco años, permitió a Trump lanzarse a buscar un sucesor.
La directiva del banco acogerá candidaturas desde 7 de febrero hasta el 14 de marzo y planea anunciar a su nuevo conductor antes de las reuniones del BM y el FMI en Washington entre los días 12 y 14 de abril. Cualquiera de los 189 miembros del BM puede postular un candidato.
Estados Unidos es el mayor accionista del BM pero no tiene poder de veto y precisa el respaldo de naciones europeas para votar en mayoría en la dirección del banco.
Pero si Europa se opone a la propuesta estadounidense, tácitamente estará renunciando al liderazgo del FMI -que es mucho más importante que el BM- cuando termine el mandato de su actual directora gerente, la francesa Christine Lagarde.