MADRID.- La agencia de calificación crediticia S&P Global aseguró que 2019 será un año "turbulento" para el sector bancario de los países emergentes a pesar de la pausa en el calendario de subidas de tipos de interés que acordó la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en su reunión del pasado 30 de enero, según se desprende de un informe publicado este lunes.
La calificadora de riesgos subrayó que las condiciones financieras están siendo más "duras" a comienzos de 2019 que hace un año para las entidades financieras de los mercados emergentes.
Esto se debe, en opinión de la firma, a las alzas de tipos realizadas por la Fed, que durante 2018 incrementó el precio del dinero en 100 puntos básicos, así como al menor crecimiento previsto para Europa y China, la incertidumbre del Brexit y las tensiones comerciales.
Además, a pesar de que la pausa en las subidas de tipos de la Fed ha proporcionado cierto "alivio" a los bancos de las economías emergentes, S&P ha alertado de que debería preocupar a los inversores. "La razón principal del cambio a una actitud monetaria neutral es la evidencia de un crecimiento global más débil", ha insistido el analista de S&P Global Mohamed Damak.
El documento elaborado por la firma señala que China "siempre va a ser un determinante clave del crecimiento del resto de países emergentes", motivo por el cual las "nubes negras" de sus disputas comerciales con Estados Unidos y su elevada deuda podrían contagiarse al resto de países.
La agencia de rating también ha señalado que existe el riesgo de que se produzca un alza del porcentaje de préstamos dudosos (NPL, por sus siglas en inglés) si los bancos "continúan operando en entornos poco alentadores", lo que provocará un "deterioro significativo" de sus balances en el peor de los casos.
De la misma forma, los bancos de estos países también se enfrentan a los retos que plantea la dependencia de la deuda externa, especialmente en Turquía y Catar, o la percepción de riesgo por parte de los inversores extranjeros