SANTIAGO.- El mayor grupo constructor de Italia,
Salini Impregilo, salió al rescate de su competidora y coterránea
Astaldi, firma con diversos proyectos en Chile, que el año pasado inquietó al mercado mundial tras acogerse a un
proceso de reorganización voluntario de pasivos, que ascendieron a unos US$2.300 millones. A través de una propuesta, Salini Impregilo -que tiene operaciones en 50 países y factura unos US$6.777 millones -el doble de Astaldi- busca ingresar a la propiedad de esta última y así darle continuidad a los negocios de la compañía.