La economía estadounidense crecerá un 3,2% este año y seguirá a un ritmo del 3% durante los 10 próximos años, según afirman los consejeros económicos de la Casa Blanca en su informe anual publicado este martes.
Esas previsiones son muy superiores a las de instituciones como la Reserva Federal (2,3% para 2019) y el Fondo Monetario Internacional (2,5%).
La Casa Blanca dice haber alcanzado un crecimiento del 3,1% en 2018 -comparando el PIB del cuarto trimestre de 2017 con el de 2018-, un nivel superior a su promesa de alcanzar un 3% de expansión.
El departamento de Comercio, que calcula el crecimiento del PIB en el conjunto del año, considera por su parte que la economía estadounidense ganó un 2,9% en 2018.
Para 2020, el informe de los asesores económicos de la Casa Blanca prevé "una leve moderación del crecimiento", pero no teme una recesión como algunos economistas.
"Sería algo muy inhabitual teniendo en cuenta el volumen masivo de capacidades de producción presentes", declaró Kevin Hassett, presidente del consejo de asesores económicos de la presidencia (CEA) en una conferencia telefónica.
"Hemos reducido los impuestos para animar a la gente a construir fábricas... Este año vamos a recoger los frutos de la producción de esas fábricas. Pienso por tanto que hay mucho espacio para el optimismo", añadió Hassett.
El asesor económico celebró la caída de la tasa de desempleo hasta el 3,8% el mes pasado.
Según él, la creación de empleo (2,7 millones en 2018) atrae ahora a candidatos que no estaban en la población activa, lo cual es una buena señal y ha hecho aumentar la tasa de participación en el mercado laboral del 62,8% en 2016 al 62,9% en 2019.