La economía china continuará creciendo a fuerte ritmo, pese a los signos de ralentización, y representará el 27% de la producción mundial en 2030, según el último informe sobre el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En su informe de 2019 sobre China, el organismo económico internacional considera que "factores estructurales" están ralentizando el crecimiento chino, pero destaca que, comparado con estándares internacionales, éste sigue siendo "robusto".
"Una mayor escalada de los aranceles a la importación que afrontan los exportadores chinos tendrá un impacto más severo en la actividad, el empleo y los beneficios empresariales", se advierte en el texto.
La OCDE constata que el Gobierno chino ha hecho frente a la debilidad de las exportaciones con medidas de estímulo como reducción de impuestos, facilidad de acceso a créditos o inversiones en infraestructuras, pero alerta de que estas políticas corren el riesgo de incrementar la abultada deuda corporativa, más alta que en otras grandes economías.