Las casas nuevas en Londres solían venderse en un abrir y cerrar de ojos, incluso antes de que se terminara la construcción. Ahora la capital británica se enfrenta a un exceso récord de unidades no vendidas por la creciente crisis de la vivienda.
La cifra de casas en construcción sin vender aumentó a 31.508 unidades a fecha de 31 de marzo, el nivel más alto registrado desde que Molior London comenzó a recabar datos hace diez años. La zona de Tower Hamlets, donde se encuentra el distrito financiero de Canary Wharf, registró la mayor cifra, seguida de Greenwich.
"Gran parte de estas viviendas son demasiado caras para poder recibir incentivos del Gobierno como el de 'Ayuda para comprar', por lo que las personas que buscan un lugar para vivir no las están comprando", señala Tim Craine, fundador de la firma de análisis del sector de la vivienda.
El experto añade que "los inversionistas extranjeros las compraban antes de su construcción pero la demanda se ha sofocado en los últimos años por las medidas del Gobierno para desalentar las compras de nuevas viviendas para inversión".
Las promotoras comenzaron a trabajar en un número récord de apartamentos de lujo en los años previos a 2015, para sacar provecho a una ola de dinero extranjero dirigido a propiedades en Londres.
Desde entonces, el mercado residencial de gama alta de la ciudad ha sufrido el impacto de los aumentos de impuestos a la propiedad, controles de capital y la incertidumbre por el Brexit, que disuaden a los inversionistas y dejan a los promotores con unidades sin vender que son demasiado caras para el londinense medio.
El precio medio de venta de las nuevas viviendas en Londres aumentó ligeramente en el primer trimestre a un récord de 909 libras (US$1.176) por pie cuadrado (929 centímetros cuadrados), un 74% más que en 2010, según Molior. El barrio más caro es Kensington & Chelsea.
El programa de "Ayuda para comprar", introducido en 2013, permite a los prestatarios obtener una hipoteca para viviendas con un pago inicial de tan solo el 5%. El Estado otorga un préstamo sin intereses de hasta el 40% del costo de una nueva vivienda en Londres a cambio de una participación en cualquier aumento en el valor de la propiedad durante el período. El programa solo se aplica a las casas nuevas que cuestan 600.000 libras o menos (unos US$776.196).