SANTIAGO.- En un sorpresivo punto de prensa, el director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Guillermo Pattillo, reveló este lunes que al interior de la entidad se están investigando "indicios de manipulación" en el cálculo de las cifras del IPC. La alerta encendió los cuestionamientos en torno a las mediciones del INE, pero una frase destacó en reiteradas oportunidades: "No es primera vez".
Es que la entidad no goza de un historial libre de polémicas, de hecho, el mismo ministro de Economía, José Ramón Valente, -que lidera la cartera que tiene bajo su alero al INE- dijo ayer tras la noticia que "es una institución que viene hace tiempo con problemas y mostrando síntomas de debilidad metodológicas en sus procesos".
Probablemente la mayor controversia que ha enfrentado la entidad es la medición del Censo 2012. Así, y lejos de convertirse en "el mejor Censo de la historia" como decía en ese entonces el director del INE, Francisco Labbé, la encuesta falló en sus aproximaciones de población y requirió de tres correcciones en menos de 22 días.
Un estudio encargado por el Gobierno de esa época (Sebastián Piñera) recomendó no utilizar la información del Censo como base para elaborar políticas públicas, ya que adolecía de una serie de problemas en aspectos esenciales, y apuntó directamente a Labbé como responsable de los errores de omisión de población, además de haber desatendido las opiniones de su equipo técnico. Su salida fue inminente.
La historia tuvo un breve revés, cuando el Gobierno solicitó un análisis internacional de la encuesta. El informe final, si bien reconoció errores en el proceso, desestimó la necesidad de una nueva encuesta abreviada, asegurando que los datos recabados en el Censo podrían ser utilizados para el diseño de políticas públicas.
$30.000 millones costó el Censo de 2012
Finalmente, el INE realizó una auditoría técnica interna con asesoría directa del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) dependiente de la Cepal de Naciones Unidas. Todo, para ver si algunos de los datos de la encuesta eran rescatables. El veredicto final fue lapidario: "Los datos generados para el año 2012 no cumplen con los estándares para que este operativo sea denominado como un Censo".
Fue así que el Gobierno de Michelle Bachelet siguió la recomendación de los expertos y con Ximena Clark a la cabeza del INE se realizó el llamado Censo abreviado de 2016.
La polémica en los datos de desempleo
Fue en agosto de 2016 cuando la en ese entonces ministra del Trabajo, Ximena Rincón, marcaba el inicio de una nueva polémica para el INE. Si bien después la titular de la cartera echó pie atrás a sus críticas, el antecedente quedó: "Las cifras de empleo del INE y los datos reales administrativos se desacoplan".
El tema perdió fuerza en la discusión pública, pero reflotó de lleno en octubre de 2018. En ese mes, y tras casi tres años en que el Banco Central no subía la Tasa de Política Monetaria (TPM), optó por elevar la cifra hasta 2,75% argumentando que las "fuentes complementarias sobre el mercado laboral" indicaban un "mayor dinamismo del empleo y las remuneraciones que el sugerido por las encuestas".
Y quedó en evidencia: el Banco Central estaba usando otras fuentes estadísticas. Pero la polémica no terminó ahí, ya que tres semanas después el INE sorprendió al ratificar la Encuesta Mensual de Remuneraciones y del Costo de Mano de Obra. Todo, en un intento por aclarar las dudas respecto a la exactitud de sus cifras.
En diciembre, con la publicación del último Informe de Política Monetaria del año, el análisis del Central se vio extensamente explicado en una
inédita separata que presentó junto al IPoM y que abordaba el escenario del mercado laboral en Chile: "
El alza del empleo ha sido mayor que lo informado por las encuestas", afirmó el documento.
"No estamos perplejos o en la duda, sabemos lo que ocurre acá y es lamentable, pero hay que reconocerlo clara y transparentemente. La encuesta está sub y sobre representando a distintos grupos de población y eso está sesgando en forma significativa sus resultados"
Guillermo Pattillo, enero de 2019
Pero ¿cuál es el problema de los datos del INE en cuanto al empleo? Según una sentida autocrítica del mismo director, Guillermo Pattillo, el marco muestral que se utiliza para la Encuesta Nacional de Empleo posee "una desactualización significativa", sobre todo en cuanto a los inmigrantes que viven en Chile.
En el fondo, según el gerente de la División de Política Monetaria del Central, Elías Albagli, todo se desencadenó tras un salto exponencial en la inmigración entre 2015 y 2018. "La inmigración de estos últimos tres años tomó por sorpresa a todos" y las encuestas de empleo "no están diseñadas para lidiar con cambios rápidos de población".
El escenario actual y el proyecto de ley
Tras la revelación de ayer, el Gobierno confirmó que "en los meses de agosto y septiembre (de 2018) el IPC habría sido informado en un 0,1% por arriba de lo que correspondía".
Pero más allá de los eventuales efectos que este mal cálculo podría haber generado para la población, el Gobierno y el mismo Banco Central en la decisión de su política monetaria, los expertos consultados coinciden en que esto debería servir para impulsar el proyecto de ley que convierte al INE en una entidad autónoma.
"El lado positivo de esto es que el INE termine de hacer su crisis, para empujar políticamente la iniciativa de un INE autónomo, con alta calidad técnica, alta calificación y con un presupuesto mejor"
Tomás Izquierdo, economista
Lo que pasa es que la polémica del IPC se suma al historial de controversias, de hecho, según Tomás Izquierdo, economista del Grupo Gemines y miembro del Grupo de Política Monetaria, "el INE ha sido cuestionado históricamente, no por haber querido manipular la cifra, pero sí de que sus cifras no tenían el estándar técnico que se requería".
"Yo recuerdo, por ejemplo, el precio de los arriendos, los que subían y subían y el INE los tenía creciendo al mismo nivel que el IPC. El tema del vestuario también, que generó una polémica tremenda. El tema del servicio doméstico, de los gastos comunes, o sea aquí ya tenemos cuatro ítems que tienen relevancia en su ponderación que en algún momento claramente el INE desvió la trayectoria respecto de lo que efectivamente estaba pasando", contó a Emol.
Para él, es preocupante que "hoy día los economistas, en general, hacen la observación de que 'mira, esta es la cifra oficial, sin embargo hay elementos para pensar que esta cifra tiene una distorsión en tal o cual sentido'".
De hecho "a nivel de parlamentarios, incluso de ministros, se apela o se citan datos administrativos como que son más confiables que los que entrega el INE", comentó haciendo referencia a lo que actualmente hace el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, con los datos de la Superitendencia de Pensiones para hablar de creación de empleo.
Por ahora, frente a las irregularidades, el Ejecutivo solicitó a un equipo de la OCDE que realice un diagnóstico integral del INE, con el fin de que "entregue recomendaciones que nos permitan contar con una entidad a la altura de los desafíos y estándares de países desarrollados", según el ministro Valente.
En paralelo,
economistas, parlamentarios, expertos y hasta la ex directora de la entidad han reiterado la importancia de que el Congreso comience a discutir el proyecto que busca fortalecer la institucionalidad del organismo, la cual
se encuentra en la Comisión de Hacienda del Senado desde que se despachó de la de Economía en marzo de 2018.
