SANTIAGO.- Desde antes de que se rechazara la idea de legislar del proyecto de reforma de pensiones, la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) tenía organizado un extenso seminario sobre el tema. Hoy, en su primer día de realización -que calzó con la antesala de la votación que tendrá la reforma del Gobierno el día de mañana en el Congreso-, Augusto Iglesias, el coordinador presidencial de la iniciativa, abordó de lleno las principales críticas al proyecto.
"Mi interpretación es que al proyecto hoy día se le están haciendo cuatro críticas principales", dijo frente a los participantes del encuentro, muchos de ellos extranjeros, y después de haber hecho un recuento detallado de los principales ejes de la iniciativa.
1.- La crítica de la "insuficiencia"
Así, en primer lugar, abordó la crítica de que "esta reforma es insuficiente, que esta reforma no va a permitir solucionar para siempre el problema de las pensiones en Chile".
"Hay una respuesta fácil y es que yo no conozco reforma que solucione el problema de las pensiones para siempre, entonces cualquier reforma a las pensiones por definición es insuficiente", dijo el también ex subsecretario de Previsión Social del primero Gobierno de Sebastián Piñera.
"Pero creo que una respuesta más de fondo implica volver a revisar el proyecto y recordar que esta reforma representa por lejos el esfuerzo más grande de aspectos paramétricos que se ha hecho al actual sistema desde su creación", enfatizó destacando que dicho esfuerzo es "solo comparable en su magnitud al que trataba de hacer el proyecto del Gobierno anterior".
"Estamos hablando de aumentar la tasa de cotización prácticamente en un 50%, además se está incrementando en 50% los aportes al Pilar Solidario y más que duplicando el aporte fiscal total al sistema de pensiones. El aporte fiscal total pasará de 0,8% del PIB a aproximadamente 1,5-1,6% del PIB cuando uno suma todos los programas".
Por ello, cerró el primer punto afirmando que "resulta equivocado exigir a una sola reforma hacer más que esto".
2.- La crítica a la "lentitud" y el "largo plazo"
"La otra crítica que hay acerca de esto es que se dice que los cambios se van a implementar muy lentamente. Efectivamente hay gradualidad en estos cambios, en general todos los cambios quedan implementados después de 6-7 años", reconoció Iglesias.
"Si no ayudamos a la gente a que se forme una oportuna idea de cuál es el nivel de pensión que efectivamente van a recibir, nos estamos comprando un problema mayúsculo. Mi opinión es que parte no menor de la situación política que tenemos en Chile tiene que ver con la construcción de expectativas desmesuradas respecto a lo que el nuevo sistema de pensiones iba a ser capaz de ofrecer"
Augusto Iglesias
Y explicó que dicha "lentitud" tiene que ver con una razón principal: "Algo de gradualidad es necesaria para minimizar los impactos negativos de esta reforma en el mercado del trabajo. No es trivial subir el costo de la planilla en 4% de la noche a la mañana y nos estaríamos disparando en el pie si lo que queremos obtener por la vía de una mayor tasa de cotización lo perdemos por la vía de un empleo formal más bajo".
"La gradualidad tiene una justificación desde ese punto de vista. Por supuesto tiene también importancia desde el punto de vista fiscal, porque va a demandar un esfuerzo importante y tenemos que implementar los cambios de manera que sean financieramente sostenibles", aseveró.
3.- "El modelo es muy complejo"
La tercera crítica que se le hace al proyecto, según Iglesias, es que "el modelo de administración propuesto para el aumento de esta cotización del 4% es muy complejo, que los afiliados se van a confundir y no tienen cómo decidir y que no asegura participación del Estado".
Al respecto, Iglesias dijo que "es cierto que uno cuando diseña el sistema de pensiones tiene que buscar reglas simples y sencillas. Eso uno lo puede hacer limitando las opciones o estableciendo reglas de decisión automática en el caso de quienes no quieran o no puedan decidir".
En ese sentido, recordó que "lo que hace el proyecto, como se entiende que hay mayor complejidad en las decisiones, es establecer reglas de decisión automática para quienes no quieran o no puedan decidir".
Y, respecto a la participación del Estado, "el proyecto permite y deja abierta la participación del Estado a través de entidades como por ejemplo la administradora general de fondos del BancoEstado, por lo tanto algún camino para la participación del Estado sí está abierto en el proyecto", dijo.
4.- La crítica de la "falta de solidaridad"
Iglesias dejó para el final la que dijo considerar "la crítica más fuerte e importante" que están enfrentando todos los sistemas de ahorro individual de América Latina: "La idea de que a este proyecto le faltaría solidaridad por no incluir un componente contributivo de reparto".
"Estoy convencido de que un sistema de pensiones tiene que incorporar elementos solidarios, lo tiene que hacer, el objetivo de un sistema de pensiones es prevenir pobreza y asegurar de que se mantenga más o menos el nivel de vida después de una vida de trabajo"
Augusto Iglesias
Así, el coordinador de la reforma comentó que muchos aseguran que "hay que cambiar el sistema, porque el sistema no es solidario", y abordó el punto diciendo: "Desde ya les advierto que no estoy de acuerdo con la crítica y creo que es una crítica equivocada. Primero, solidaridad no es sinónimo de reparto; segundo, el reparto de cotizaciones entre pensionados no es necesariamente solidario".
En esa línea, Iglesias enumeró una serie de razones por las que sí o sí un sistema de pensiones debe ser solidario, pero aclaró que "ninguna reforma de pensiones" llevará a una pensión promedio de US$300 mensuales, como es el caso de Chile, a una de US$1.500, que es el monto mínimo necesario para poder mantener a un pensionado no valente.
"Solidaridad se necesita, pero repartir cotizaciones entre los pensionados no garantiza solidaridad. Quienes aportan proporcionalmente más cotizaciones no son los trabajadores de mayores ingresos, es al revés. Además no todos los pensionados que reciben las transferencias son los más vulnerables", criticó.
Además, Iglesias mencionó que "hay otro tema asociado al reparto de cotizaciones hacia los pensionados que tiene que ver con las expectativas de vida: cuando los trabajadores están repartiendo cotizaciones hacia los pensionados, quienes están recibiendo la mayor parte son los que viven más tiempo".
En ese sentido, afirmó: "Los que viven más años, o sea los que reciben por más tiempo las cotizaciones pagadas por los trabajadores, son las personas de más ingresos. De esto hay evidencia en todos los países del mundo".
"Con un sistema de reparto las cotizaciones de trabajadores de bajos ingresos van a terminar inevitablemente financiando pensiones de pensionados con mayores ingresos"
Augusto Iglesias
Llegado a este punto, insistió en que "el reparto de cotizaciones no garantiza solidaridad" y que, en resumen, su postura final es "solidaridad sí, pero no a través de un sistema de reparto".