SANTIAGO.- Como "un enorme desafío regulatorio" ha sido tildado el proceso por el cual se busca que las plataformas como Airbnb puedan "encajar" en las leyes de cientos de países alrededor del mundo. Y Chile no es la excepción. Sin embargo aún no existe una iniciativa a nivel nacional que busque normar la industria, pese a las dudas y polémicas que ha generado su funcionamiento.
Lo cierto es que las aplicaciones de arriendos de habitaciones, casas y departamentos no están reguladas en la mayoría de los más de 190 países que operan. Aunque ello no significa que sean ilegales, algo muy similar a lo que sucede en el caso de Uber o Cabify en Chile.
De todas formas, ciudades reconocidas por ser puntos clave del turismo mundial han comenzado a establecer ciertos límites para las plataformas, ya que, en la mayoría de los casos, se acusa de "una competencia desleal" entre arriendos que sí cumplen con la normativa vigente y los que no.
Algunas regulaciones en el mundo
En el caso de la ciudad de Berlín, el arriendo a través de aplicaciones como Airbnb está prohibido a no ser que el anfitrión cuente con una autorización oficial. De hecho, los usuarios que no cumplan la normativa se exponen a multas que podrían alcanzar los 100 mil euros.
En Londres, en cambio, este tipo de actividades se encuentran reguladas y todos aquellos que quieran arrendar su propia vivienda o una habitación pueden hacerlo por un máximo de 90 días al año. Dicha posibilidad no requiere de permisos especiales del gobierno inglés, pero sí los solicita en caso de que se quiera alquilar por más días que los consignados.
En esa misma línea, en Ámsterdam las autoridades firmaron un acuerdo con Airbnb donde el límite temporal máximo de arriendo son 60 días al año.
En París, la aplicación recauda la tasa turística de Francia y según la regulación vigente, cualquier ciudadano que posea una vivienda es libre de alquilarla sin necesidad de permisos específicos y por un máximo de cuatro meses. La única condición es que el inmueble sea la primera residencia del anfitrión.
Si se trata de la segunda vivienda, en cambio, en París pasa lo mismo que en Hamburgo: es posible ponerla en arriendo, pero tras la tramitación de un permiso con las autoridades locales.
Al contrario de las regulaciones europeas, que establecen máximos de días de arriendo, en Nueva York está prohibido que los propietarios alquilen su vivienda por menos de 30 días a menos que ellos también se encuentren en la casa y solo arrienden una habitación. De no cumplir la ley, las multas pueden alcanzar los US$7.500.
33 mil ciudades ofrecen opciones de alojamientos a través de Airbnb
En otro punto clave del turismo mundial, Barcelona, las autoridades han aprobado un informe para regular este tipo de arriendos por días, la figura del anfitrión y la actividad de este tipo de plataformas. Lo anterior, se espera que sea recogido en el decreto del Reglamento de Turismo de Cataluña.
El caso de Chile
Según el reporte de la empresa del año 2018, hay más de 56 mil propiedades en arriendo en Chile, las cuales pueden ser una pieza, una casa o un departamento. Todas las opciones, ofrecidas por casi 40 mil usuarios que registra la plataforma en el país que generaron un ingreso promedio anual por más de $1,2 millones.
Así, y pese a no tener regulación, Airbnb casi duplicó sus huéspedes en Chile el año pasado. Sin embargo, y más allá del éxito de la aplicación en el país, la Corte Suprema plasmó un precedente al cerrarle la puerta a la plataforma en un edificio en Las Condes.
El fallo señala que al arrendar sus departamentos a través de la empresa, los propietarios vulneran el carácter y destino habitacional del edificio. Lo anterior, dado que el Reglamento de Copropiedad del lugar establece la prohibición del uso de los departamentos como apart hotel o similares.
La sentencia del máximo tribunal, dada a conocer en marzo de este año, va en línea con lo decidido por la Corte de Apelaciones en agosto del año pasado respecto al mismo caso.
En ese entonces, el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, comentó: "Hay vecinos que ganan dinero arrendando los departamentos por Airbnb. Pero es cierto que trastorna la vida del edificio porque entra y sale gente desconocida y afecta la seguridad. Habrá que regular".
Si bien aún no hay una iniciativa para regular este mercado, el ministro de Economía, José Ramón Valente, ha defendido la idea de que a estas plataformas se les cobre un 19% de impuestos.