Las delegaciones de China y Estados Unidos se reúnen de nuevo este martes en Shanghai después de tres meses de interrupción para retomar las negociaciones e intentar poner fin a la guerra comercial, pero con pocas posibilidades de llegar a un acuerdo, según ambas potencias.
Las negociaciones, que tienen lugar en la capital económica china, son las primeras directas desde el fracaso de mayo, cuando el presidente estadounidense Donald Trump acusó a Beijing de incumplir sus compromisos.
La parte estadounidense está encabezada por el representante de Comercio,
Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro,
Steven Mnuchin.
China y Estados Unidos están inmersos desde el año pasado en un conflicto comercial que provocó la imposición recíproca de aranceles por un valor de más de US$360.000 millones de intercambios anuales.
La rivalidad se extendió al dominio tecnológico, con la decisión de Estados Unidos el mes pasado de incluir al gigante tecnológico chino Huawei en la lista de compañías vetadas por razones de seguridad.
Las negociaciones llegan en un contexto complejo para China, con las manifestaciones recurrentes en Hong Kong y la hostilidad del país americano.
Trump denunció también el estatuto de país en desarrollo del que goza China dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que le permite no cumplir ciertas obligaciones y mantener protegidos algunos sectores de su economía. China respondió criticando "la arrogancia y el egoísmo" de Estados Unidos.
Apuesta contra Trump
El Presidente estadounidense también dio a entender el viernes que Beijing podría alargar a propósito las negociaciones con las esperanzas de que Trump pierda las elecciones presidenciales de 2020 y que haya un presidente más conciliador.
La agencia oficial de prensa Xinhua admitió el martes en un comentario que las relaciones entre Beijing y Washington eran "tensas" y pidió a Estados Unidos que trate a China "con respeto" si quiere alcanzar un acuerdo.
Pese a estas dificultades, la reanudación de las negociaciones es un paso positivo después de la tregua en la guerra comercial que acordaron en junio Trump y el Presidente chino Xi Jinping en la cumbre del G20 en Japón.
"Esta serie de negociaciones tiene el objetivo de clarificar la posición de ambas partes tras una calma relativa", indicó Jake Parker, de la cámara de comercio estadounidense.