BLOOMBERG.- Un millón de salmones mueren de hambre o se pudren en criaderos abandonados y plantas de procesamiento en Chile, el segundo mayor productor del pescado a nivel mundial, debido a que las protestas impiden que los trabajadores ingresen a las instalaciones.
El riesgo de daño ambiental es inminente, con 800.000 peces esperando ser alimentados y cosechados, y 320 toneladas en descomposición en las plantas de procesamiento, dijo el grupo industrial SalmonChile en un comunicado el lunes. La situación es más crítica en la ciudad de Quellón, en la isla de Chiloé, al sur del país.
25% del suministro mundial de salmones lo produce Chile
"Mientras más pasen los días y las empresas no se hagan cargo de los productos en descomposición, aumenta el riesgo sanitario", dijo Scarlett Molt, secretaria regional ministerial de Salud de la región de Los Lagos a Radio BioBio. Necesitan "retirar estos productos y manejarlos de acuerdo a los protocolos".
Chile, que produce alrededor del 25% del suministro mundial de salmón, está padeciendo el peor malestar social desde el regreso a la democracia a fines de 1990.
La ola de protestas por el aumento del costo de vida se ha extendido por todo el país, llevando a millones de personas a las calles y bloqueando carreteras y puertos. Más de una cuarta parte de los supermercados en el país han sido saqueados.
Las barricadas en las carreteras hacia los criaderos de salmón y las plantas de procesamiento han bloqueado el acceso a las instalaciones durante días, dijo SalmonChile. El grupo industrial está pidiendo a las autoridades locales que intervengan para evitar que el problema se intensifique.
Las plantas afectadas incluyen instalaciones propiedad de Empresas AquaChile SA, Marine Farm y Salmones Austral SpA, informó el Diario Financiero. Representantes de las tres empresas no respondieron inmediatamente a una solicitud de Bloomberg para que hicieran comentarios.
La autoridad pesquera de Chile, Sernapesca, dijo que seis instalaciones diferentes que contienen 890.000 peces están bloqueadas y no pueden realizar la cosecha. El pescado no representa un riesgo sanitario por ahora y las autoridades están haciendo todo lo posible para permitir que las empresas transfieran el pescado varado a otros criaderos cercanos.
Cabe recordar que la industria salmonera de Chile tiene un pasado lleno de altibajos en temas ambientales. Las proliferaciones de algas que los ecologistas, incluido Greenpeace, han atribuido en parte a la cría de salmón han causado desastres ambientales en las costas del sur de Chile.
En 2016, una floración particularmente grande mató a millones de peces cultivados y provocó considerables pérdidas para los productores de salmón. La fauna marina también se vio afectada, con peces y mariscos muertos en las costas de la isla de Chiloé. En dicha oportunidad, los pescadores locales que dependen de ese pez para sobrevivir se amotinaron durante días y bloquearon las carreteras para protestar.