El presidente ejecutivo del grupo Telefónica, José María Álvarez-Pallete, junto a la directora general de Finanzas y Control, Laura Abasolo.
EFE
Telefónica está llevando a cabo una reorganización radical de sus operaciones globales, a fin de posicionar a la compañía para impulsar el crecimiento y hacer negocios.
La operadora de telecomunicaciones dividirá sus operaciones latinoamericanas fuera de Brasil en una sola división operativa, creará una unidad de infraestructura para mantener activos como torres y centros de datos, y establecerá un negocio de tecnología destinado a ayudar a otras empresas con la transformación digital, según un comunicado de la firma de este miércoles.
La compañía centrará la inversión y el crecimiento en sus mercados más grandes –España, Brasil, Alemania y el Reino Unido– regiones que en conjunto representan aproximadamente el 80% de las ventas. También está planeando una reorganización administrativa en España.
Los movimientos generarán más de 2.000 millones de euros (US$2.200 millones) de ingresos adicionales y un aumento de dos puntos porcentuales en el margen de flujo de efectivo operativo para 2022 dijo la compañía con sede en Madrid.
US$2.200 millonesespera generar en nuevos ingresos los cambios en el grupo
Operación en Latinoamérica
A través de la nueva unidad Telefónica Infra, la compañía buscará desarrollar y monetizar activos, incluidas torres y centros de datos, y adoptará un enfoque abierto a los acuerdos y las estructuras de los accionistas (mayoría o minoría), que ayude a encontrar los mejores socios para cada tipo de activo, según el comunicado.
"Estoy hablando de una nueva Telefónica. Una compañía preparada para nuestros próximos 100 años", indicó en el comunicado su presidente y director ejecutivo, José María Álvarez-Pallete.
Por otro lado, creará una unidad que aglutine sus negocios en todos los países de Latinoamérica en los que opera salvo Brasil, que contará con un equipo de gestión específico y diferencial al del resto del Grupo y que tendrá como objetivo fundamental la atracción de inversiones y la obtención de potenciales sinergias con otros agentes de los mercados, "con una filosofía de garantizar y maximizar el servicio que le ofrece a sus clientes".
El holding español decidió dar una vuelta a su estructura internacional para concentrarse en los negocios de más proyección y en los mercados más consolidados, saliendo de aquellos en los que la inestabilidad política, regulatoria y cambiaria no aconsejan un sobreesfuerzo de recursos como es el caso de mercados como Colombia, Chile o Venezuela, según consignó diario El País.
Telefónica señala que con este movimiento inicia una revisión estratégica de su portafolio en la región con el doble objetivo de modular la exposición a la región, al tiempo que se crean las condiciones para maximizar su valor vía crecimiento, consolidación y posibles operaciones corporativas.
"Nuestras operaciones en Latinoamérica eran hasta hace unos años el motor de crecimiento de la compañía. Sin embargo, las condiciones particulares en estos mercados han impactado en la evolución de los negocios, mermando su contribución en los últimos años por distintos motivos y a pesar de los enormes esfuerzos de los equipos locales, que siempre han mostrado un fuerte compromiso", ha argumentado Álvarez-Pallete.
Esta unidad estará liderada por Alfonso Gómez, actual responsable de Hispam Norte, y dependerá de la Dirección General de Finanzas y Control de Gestión liderada por Laura Abasolo.
Nueva estructura
Por último, el consejo de administración ha decidido adaptar el rol y funcionamiento del centro corporativo a la nueva realidad, que incluye una modificación de la estructura del Comité Ejecutivo del grupo y que incluye la salida de Mariano de Beer y Bernardo Quinn de posiciones ejecutivas.
De esta manera, en la nueva organización, dependerán del consejero delegado, Ángel Vilá, además de los cuatro principales países, Telefónica Tech y Telefónica Infra, otras tres direcciones, entre ellas las de Tecnología y Arquitectura, que se encargará de definir las directrices tecnológicas estratégicas del grupo y que estará liderada por Enrique Blanco, que se incorpora al comité ejecutivo.
Las otras dos direcciones son Digital Consumer, que tiene como objetivo definir los nuevos modelos de relación con el cliente y mejorar su experiencia, y al frente de la que estará Chema Alonso, actualmente responsable de datos de Telefónica; y Business Solutions, orientada A potenciar la multicanalidad, la relación con mayoristas y el desarrollo global de producto B2, con José Cerdán al frente.
En este contexto, se ha aprobado una nueva organización de Telefónica España, que persigue impulsar aún más el crecimiento, tras nueve trimestres consecutivos de mejora de los ingresos de la compañía en este mercado, a la vez que pone aún más foco en el cliente.