El análisis de expertos tributarios a la propuesta del ex Presidente Lagos |
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En algún momento conversé esta propuesta con el Presidente Ricardo Lagos y le dije que me parece muy sustantiva, muy original. Es una una propuesta que va en la dirección correcta que ayuda a aquellos por los cuales cobramos impuestos y tratamos de ayudar. Esta es una ayuda directa que además ayuda a que se combata la evasión. Obviamente esto disminuiría la recaudación fiscal, pero en el fondo hoy se cobran impuestos para ayudar a los vulnerables, con esto se le devolvería plata a ellos, o sea ya se estaría adelantando parte de esa tarea de reducir la desigualdad. Es una medida factible porque uno tiene que moverse para resolver los problemas que hemos ido acumulando a través del tiempo (...). Cuando un país crece, las aspiraciones lógicamente crecen, pero fuimos haciendo mucho más lento el progreso. Las aspiraciones en lugar de suavizarse se fueron agrandando y se produjo esta brecha entre aspiraciones y economía. Este es un ingrediente para poder eliminar esa brecha e ir en ayuda del sector más necesitado. Para sostener la menor recaudación por IVA que habría, diseñemos una reforma tributaria responsablemente, sin matar los huevos de la gallina de oro, pero hay un montón de cosas que están poco gravadas y que tenemos que gravar: Royalty minero, impuestos a las ganancias de capital significativas y un aumento a las rentas muy altas, yo pondría 40%, porque 35% es muy bajo. |
La idea del ex Presidente Lagos debería ser factible en el entendido que tendremos boleta electrónica y cuentas RUT como recursos para que opere la devolución. Si bien el IVA es tremendamente regresivo ya que lo sufren más quienes destinan la mayor parte de su ingreso al consumo, reporta como correctamente lo señala el ex Presidente la mitad de la recaudación en Chile. Por tanto, devolverlo a la gran mayoría de los chilenos va a tener innegablemente un impacto en arcas fiscales. (Lo anterior considerando que la mediana del ingreso laboral se ubicó en los $400 mil en 2018). La pregunta que sigue a la propuesta del ex presidente es, ¿cómo compensamos esa menor recaudación? Una alternativa transitoria es como dice él es incrementar nuestro nivel de deuda. Otra alternativa es incrementar nuestros ingresos permanentes a través de una reforma tributaria estructural. Pero no podemos olvidar que con el nivel de expansión que se está proponiendo al gasto fiscal, este tipo de propuestas deben ir necesariamente acompañadas de medidas de eficiencia extrema del gasto fiscal, y eso tiene costos políticos que alguien va a tener que pagar. De lo contrario y si sólo seguimos pensando en mayor ingreso y no en un gasto eficiente, los números no van a dar. |
Creo que hay mejores formas de hacer lo mismo. Entiendo cuál es la intención de la propuesta, que es hacer que el IVA sea menos regresivo y que los pobres no lo paguen para que tengan mayores ingresos, pero la pregunta es si la mejor forma de lograr ese objetivo es ésta. Uno tiene dudas, porque los costos de implementación pueden ser altos: si yo de verdad quiero devolverle el IVA sólo a los más pobres, habría que pedirles que junten todas sus boletas y después que vayan a una oficina a fin de mes. Esa es una forma, pero es costosa. El ex Presidente habla de la boleta electrónica, pero con esa boleta uno no sabe quién compró, o sea yo voy, compro un kilo de pan y lo pagué con efectivo, ¿dónde la boleta electrónica dice que fui yo el que compró? O sea, la boleta electrónica sólo sirve para quien paga con tarjeta, asumiendo además que usó su tarjeta y no la de otra persona. Otro punto complejo es cómo uno evita el arbitraje entre personas pobres y no pobres. O sea yo me quiero comprar un auto o un televisor caro y puedo pedirle a una de pocos recursos que vaya a comprarlo por mi y nos vamos a medias con la devolución del IVA. En Chile, donde hecha la ley hecha la trampa, uno tiene que hacerse esa pregunta y no ser ingenuo. Por esas dos razones, más allá de la buena intención y la lógica que tiene, en la práctica puede funcionar bastante mal. El mundo en general ha optado por una alternativa distinta y que creo que es mejor y hay varios que la hemos planteado hace años, que es poner un impuesto al ingreso negativo. Eso quiere decir que las personas que ganan, por ejemplo, menos de $300 mil o $400 mil, reciban un subsidio directo de ingreso por parte del Estado, es una política mucho más exitosa y mucho más simple de implementar. Algo como lo que está planteando el Gobierno con el ingreso mínimo garantizado. |
Creo que es una idea que podría ser estudiada, aunque obviamente tiene un costo fiscal, pero a lo mejor uno podría evaluar devolver el IVA a cambio de eliminar algunos programas sociales que sabemos que no están funcionando bien o dejar de entregar algún subsidio que uno sepa que cumple mal los objetivos. Pero obviamente hay que elegir, no se puede hacer todo. Ya estamos en una situación fiscal muy compleja con todo lo que se está haciendo en la agenda social, no podemos sumar más gastos, de hecho lo que tenemos ya no tenemos como financiarlo. Pero si lo que vamos a hacer es buscar métodos más efectivos para entregarle mayores ingresos a la gente, a mí esto de devolver el IVA me parece más efectivo y menos ineficiente que el ingreso mínimo garantizado. Igual aquí hay temas de aplicación práctica -para devolver el 19% del IVA- que son complejos, porque necesitaríamos que la gente pudiera hacer todas sus compras por medios electrónicos para tener bien la información y los RUT reconocidos, hay un montón de cosas que habría que perfeccionar. Y hay otros temas que hay que analizar: ¿Se le devuelve al RUT? ¿Y qué pasa si los que están comprando son niños? ¿Cómo medimos el ingreso familiar? O sea, tiene una serie de complicaciones prácticas que en la medida que tengamos una economía más digital, con boleta electrónica, va a ser más factible pensar en alternativas de este tipo. |