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EE.UU y plan de infraestructura verde de Biden: Los alcances climáticos de la inversión de US$2 billones

El presidente de Estados Unidos dio a conocer su ambiciosa nueva jugada, que tienen como objetivos principales potenciar las energías renovables y alcanzar la carbono neutralidad.

02 de Abril de 2021 | 10:22 | AFP, editado por Ignacia Munita C., Emol
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Joe Biden, presidente de Estados Unidos.

El Mercurio
No es coincidencia que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, eligiera Pittsburgh, una ciudad industrial, para presentar su plan de infraestructura verde de US$2 billones, una jugada audaz, cuando muchos temen que la lucha contra el cambio climático acabe con las fábricas.

De esta manera, el proyecto busca cumplir dos de las promesas emblemáticas del mandatario demócrata, como reducir los niveles de contaminación en el sector energético estadounidense a cero para el año 2035 y que la economía del país logre la neutralidad de carbono para el 2050.

Energía verde

La apuesta de Biden se centra en la energía verde. Para eso, solicitó al Congreso US$100 mil millones para invertir en la red nacional y cambiar a una energía más limpia, así como una extensión de diez años de los crditos fiscales para generación y almacenamiento renovables.

"El crédito fiscal para la energía eólica y solar ha tenido bastante éxito en la creación y el desarrollo de una inversión a gran escala", aseguró Dan Lashof, presidente de la ONG World Resources Institute, en conversación con AFP.

El plan pide US$15 mil millones para impulsar iniciativas innovadoras, como la captura y almacenamiento de carbono y la producción de electricidad a partir de energía eólica o nuclear.

Sumado a esto, contempla un "Acelerador de sostenibilidad y energía limpia" de US$27 mil millones, lo que en otras palabras, apunta a un banco verde para movilizar la inversión privada.

Lindsey Walters, experta en clima del grupo Third Way, acogió con agrado la idea de introducir un Estándar Nacional de Energía Limpia para generar producción renovable y nuevos empleos. "Se están fijando regulaciones inteligentes que proporcionan una demanda de mercado a largo plazo de tecnologías de energía limpia", declaró.

En tanto que la asesora nacional sobre clima de la Casa Blanca, Gina McCarthy, también destacó esta medida este jueves y sostuvo "creemos que es uno de los mejores métodos para obtener las reducciones que buscamos".

Vehículos eléctricos

El otro aspecto ecológico importante del paquete es una llamativa inversión de US$174 mil millones "para ganar el mercado de los vehículos eléctricos", donde Estados Unidos tiene actualmente un tercio de la cuota de mercado de China.

Esto incluye incentivos para crear una red de 500.000 cargadores de vehículos eléctricos para 2030.

Los fondos también se usarían para estimular las cadenas de suministro nacionales de materias primas y piezas, y para ayudar a las fábricas a prepararse para producir tanto los vehículos como las baterías. Es así que el plan proyecta reemplazar unos 50.000 vehículos diésel, y electrificar al menos una quinta parte de la red de autobuses escolares amarillos.

La mirada de los expertos

El científico de la Universidad de California en Berkeley, Amol Phadke, autor del destacado "Informe 2035" sobre la transición de la energía, mencionó que "la energía y el transporte están entre los sectores más importantes para la mitigación del clima y este plan es legítimamente ambicioso en esos sectores".

No obstante, existen ambientalistas que consideran que la potenia norteamericana debería gastar más. Es el caso de Denali Sai, portavoz de la ONG 350.org, quien reconoció que el plan supone cinco veces el monto gastado por el ex presidente Barack Obama en su paquete de recuperación económica de 2009.

"Pero este gasto sigue siendo demasiado pequeño para enfrentar la crisis climática a gran escala y se necesitará mucho más para descarbonizar completamente la economía de Estados Unidos", apuntó.

El grupo es especialmente escéptico sobre financiar la tecnología de captura de carbono, pues consideran que ello representa un pase libre para la industria de los combustibles fósiles.

Otra crítica radica en que Estados Unidos no se ha pronunciado respecto de si continuará el ejemplo de varios países que anunciaron una eliminación gradual de nuevos vehículos que funcionen con combustibles fósiles.

Una batalla política que se aproxima

El gobierno insiste en que todas estas inversiones generarán empleos bien remunerados. Pero las negociaciones en el Congreso, donde el presidente demócrata tiene estrechas mayorías, se anticipan muy difíciles.

El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, prometió el jueves que los republicanos se opondrían al plan debido a los aumentos de impuestos que requiere, frustrando las esperanzas de Biden de obtener apoyo bipartidista.

Aunque la mayoría de los proyectos de ley requieren sesenta votos del Senado para aprobarse, es posible adoptar algunos con una mayoría simple de 51, algo que los demócratas tienen, a través de ciertos procedimientos legislativos. Pero eso aún requerirá la aceptación de los demócratas de tendencia más conservadora desde el punto de vista fiscal.

Ali Zaidi, asesor climático adjunto de la Casa Blanca, destacó el precio de no hacer nada, enumerando veintidós desastres meteorológicos extremos y relacionados con el clima ocurridos el año pasado, cada uno de los cuales superó los mil millones de dólares en costos.

"Cada año que nos retrasamos, estamos hablando de otros países que se adelantan para aprovechar la ventaja competitiva en estas industrias increíblemente importantes del futuro", explicó Zaidi.
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