El Mercurio (referencial)
El pasado 5 de octubre la
Dirección General de Aguas (DGA) decidió intervenir el Río Aconcagua para asegurar el suministro hídrico en la Región de Valparaíso. Ayer, el organismo informó que la resolución quedó sin efecto.
Cabe recordar que, en concreto, la DGA ordenó a la junta de vigilancia del río regular sus compuertas de forma permanente para asegurar el caudal a la zona metropolitana de la quinta región, conocida como Gran Valparaíso, en medio de la fuerte sequía que afecta a todo el país.
El hecho fue rechazado por gremios relacionados al agro en la oportunidad. El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA),
Cristián Allendes, por ejemplo, dijo que la decisión era "apresurada, ya que perjudica gravemente a los agricultores de la zona. Las medidas deben siempre llevarse a cabo de manera paulatina, con diálogo técnico entre las partes, y considerando todos los aspectos".
Hoy, desde Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta) señalaron que "se trató de una medida tomada sin la información debida".
El presidente del gremio, Jorge Valenzuela, precisó hoy a través de un comunicado que "esta zona de la Región de Valparaíso se sostiene por la agricultura, cuyos regantes han trabajado muchísimo no solo para hacer el uso más eficiente del agua, sino para asegurarla para el consumo de la población en tiempos de sequía extrema".
Agregó que "son más de 7 mil pequeños agricultores que, al organizarse, permitieron dejar sin efecto esta medida mal estudiada por parte de la DGA. Además, la reacción de la junta de vigilancia de la primera sección del Río Aconcagua, con las gestiones de su presidente y vicepresidente, Javier Crasemann y Fernando Iacobelli, fue clave para revertir esta situación que condenaba a dejar seco el Aconcagua, y que no ayudaba con el objetivo inicial de la DGA de asegurar agua para las grandes zonas urbanas de la Región de Valparaíso".
En esa línea, como Fedefruta agradecieron las gestiones realizadas por la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga y acotaron que "este conflicto -que no era necesario- es prueba una vez más de lo que hemos venido diciendo a cuanto a organizarnos como sociedad civil, instituciones y Estado, en cuanto a elevar el tema del agua a una prioridad estratégica que nos permita diseñar planes concretos que sean de largo plazo, aunque ejecutables a la brevedad".
Todo, según explicó Valenzuela, con el fin de enfrentar la sequía y asegurar el agua para todas las necesidades del país, ya sean de consumo, alimentación, sanitización, y bienestar, tanto social como ambiental.
"Tan importante como eso, esperamos que todos los regantes de la cuenca sigan trabajando en conjunto para enfrentar la sequía, como es el espíritu de las mesas y los acuerdos que se han tomado en este tiempo, a falta de planes estratégicos a nivel nacional para abordar este tema", concluyó.