Para el próximo 14 de enero está agendada la adjudicación de lo que se ha convertido en una polémica licitación para la exploración, explotación y beneficio de yacimientos de litio, que tiene en carrera a cinco empresas entre las cuales han presentado seis ofertas económicas. ¿El objetivo? producir 400.000 toneladas de litio metálico comercializable, divididas en cinco cuotas de 80 mil toneladas cada una.
Con todo, el proceso no solo ha despertado dudas en la industria por la competitividad que supone el que solo cinco firmas se estén disputando la misma cantidad de cuotas, sino que la situación ha ido más allá:
el tema se ha transformado en un problema político para el Gobierno, y también, judicial.
Esto, ya que desde el equipo del Presidente electo, Gabriel Boric, han solicitado públicamente que el proceso sea suspendido con objeto de que el tema sea resuelto por la nueva administración que asumirá el próximo 11 de marzo, argumentando que se requiere un mayor análisis al respecto.
Adicionalmente, la bancada de diputados del PPD presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago, solicitando que se decrete orden de no innovar a fin de suspender provisoriamente esta licitación, mientras que otros legisladores de oposición han presentado proyectos de ley para frenar el proceso.
Por lo mismo, este miércoles el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, mantuvo una reunión con los asesores del gobierno entrante –tras la cual se mostró abierto a evaluar la situación- a fin de profundizar en las acciones que se buscan concretar desde La Moneda y clarificar los alcances de esta licitación.
Además, desde el Ejecutivo se han defendido de los cuestionamientos, asegurando que esta subasta permitirá que nuevos actores entren a la industria del litio para volver a Chile un competidor más relevante en el escenario internacional, aludiendo también a los problemas legales en los que podría incurrir el país si es que se detiene el proceso. "Chile se está perdiendo la oportunidad del litio, mientras Australia, Argentina y otros países avanzan. En 2016 éramos el mayor productor del mundo con 37%, hoy caímos al 31% y sin nuevos proyectos al 2030 estaremos en 17%", subrayó el ministro Jobet el pasado martes.
"Esta licitación invita a empresas como socias del Estado para invertir y explotar litio. El Estado va a captar más del 50% del valor del recurso sin invertir, va a captar US$1.000 millones al año durante la producción y más de US$200 millones al adjudicar", añadió.
"Con esta licitación van a entrar nuevos actores a una industria donde hace 27 años son los mismos dos (SQM y Albermarle), y no impide la creación de una empresa nacional del litio". Ello, afirmó, porque las cinco cuotas que se están licitando corresponden solo al "4,4% de las reservas conocidas de Chile. Para aprovechar esta oportunidad necesitamos trabajar juntos y con una mirada de largo plazo", indicó.
Ante esto, Santiago González, ingeniero civil y ex ministro de Minería bajo la primera administración de Michelle Bachelet, indicó en una carta a El Mercurio que, como el litio es un mineral no concesible "requiere de una autorización del Estado para su explotación. Esto último se verifica a través de un Contrato Especial de Operaciones, suscrito entre el explotador y el Estado, que es justamente lo que el actual Gobierno ha licitado para los próximos 20 años y que espera resolver a la brevedad".
Lo que sí, sostuvo que "resulta prudente que antes de entregar una concesión para la exploración y explotación de litio por un período tan prolongado, se estudie y apruebe una política pública para el desarrollo de este mineral en Chile. Es cierto que nuestro país ha perdido el liderazgo en producción de este mineral en los últimos años, siendo superado por Australia; sin embargo, e
l potencial y las posibilidades futuras del litio requieren de una definición integral respecto de cómo queremos abordar el desarrollo de esta industria en el país".
En ese sentido, González recomendó tomar definiciones respecto de aspectos a considerar, tales como: constituir una Empresa Nacional del Litio que se aboque a su exploración y explotación (un símil de Codelco para el cobre); o crear un instituto que se dedique a la investigación, desarrollo e innovación del elemento; superar la fase de exportación y crear productos de mayor valor agregado; entre otras cosas.
En tanto, el economista y ex ministro de Hacienda
Nicolás Eyzaguirre, manifestó a
EmolTV, que si bien es cierto que "si se posterga una licitación en camino puede haber una señal algo complicada a los inversionistas", también advirtió "si tú vas adelante, y hay temores fundados o infundados de que esto no haya sido todo lo transparente posible, que no haya estado en el marco de una estrategia nacional de litio, lo que vas a tener después es revuelta en contra de eso".
Desde la perspectiva del otrora titular de Hacienda del segundo gobierno de Bachelet, "en política económica no solo necesitas ser apropiado, sino que también necesitar ser legítimo, y cuidado con poner a lo 'correcto económicamente', como endiosarlo, porque la gente tiene que percibirlo como tal, entonces yo llamaría un poco al prudencia y que las cosas se hagan con el ritmo que tienen que hacerse para que sean legítimas".
Julietta Zamora, profesora e investigadora de Geología de la Universidad del Desarrollo, dijo a Emol que "se debe pensar en un modelo integrado, en donde se debe pensar en la cadena de valor completa, desde la exploración, producción con nuevas tecnologías con menor impacto, los desechos de los autos eléctrico y baterías, pensar en reciclar los metales. Y para esto hay que investigar".
"No sé si el mejor escenario sea la licitación, pero tampoco veo otro camino. Chile, de ser el mayor productor de litio a nivel mundial, ahora está en segundo lugar y puede seguir perdiendo competitividad. Y dejando de lado la economía, es sumamente importante para bajar el consumo de combustibles fósiles y ayudar a descarbonizar", destacó.
La realidad de la industria del litio en Chile y sus proyecciones
El litio tradicionalmente es usado en distintas aplicaciones, que van desde productos farmacéuticos hasta la fabricación de sistemas de tratamiento de aire, aunque el reciente auge en su uso está asociado a las baterías ion litio, las que se emplean tanto en ítems electrónicos como celulares, y computadores, o también en sistemas de almacenamiento energético.
No obstante, el mercado de autos eléctricos se ha convertido en el principal motor de demanda por el material en el último tiempo. Según estimaciones de un informe denominado "El mercado del litio. Desarrollo reciente y proyecciones al 2030", elaborado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), la demanda por litio subirá de 327 kt de Carbonato de Litio Equivalente en 2020 hasta 2.114 kt en 2030, lo que supone un crecimiento anual compuesto de 21%.
Este incremento se explicaría, de acuerdo a la entidad, por el mayor consumo proyectado en baterías del sector automotriz, ya que se espera que este segmento de vehículos pase de representar el 41% del consumo agregado de litio en 2020 a un 73% al 2030.
Considerando la producción en mina, Australia lidera la lista como el principal productor en el ranking mundial, contribuyendo con cerca de la mitad de las utilidades globales (46%). Ya en segundo lugar se ubica Chile, con el 32%; seguido por China, que anota un 10%; y finalmente Argentina, que registra un 8%.
En cuanto a la medición de la participación corporativa, Cochilco reveló que dos empresas que operan en Chile –Albemarle y SQM- concentraron el 36% de la producción mina agregada en 2020, y puesto que ambas han dado pie a planes para expandir su capacidad, la Comisión proyecta que la participación nacional crezca de un 30% en 2019 hasta un 35% en 2022, aunque con posterioridad habría un decrecimiento continuo, llegando a 15% hacia fines de década.
Esto, en vista del nuevo potencial de otros países que han entrado en operación durante los últimos años, como es el caso de Australia, y los aumentos de oferta proyectada hacia el futuro.
De acuerdo a
Zamora, "Chile contiene las mayores reservas de Litio con un 44% de participación, las que se encuentran principalmente en el Salar de Atacama, y con casi nada de exploración de otros tipos de depósitos de litio en Chile".
"Eso hace que tengamos una ventaja para el desarrollo de la cadena de valor, si pensamos en la industria del litio, su extracción está valorada en US$4 billones, si avanzamos en la cadena de valor y de la extracción del litio pasamos a la fabricación de baterías, ahí se estima que son US$50 billones y si seguimos a la industria automotriz está valorizada en más de US$400 billones", agregó.
En relación a este punto, María Luisa Valenzuela, investigadora de Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma, apuntó que "la ubicación geográfica, el norte de nuestro país cuenta con la ventaja de un acceso privilegiado a la energía solar, lo que permite su extracción utilizando el método de evaporación solar y cuyas ventajas son los bajos costos de consumo energético y que no utilizan muchos reactivos químico".
Respecto a las exportaciones de litio de Chile, estas subieron desde los US$290 millones hasta por encima de los US$1.000 millones entre 2015 y 2018. "Es decir, prácticamente se cuadruplicaron en cuatro años", resalta Cochilco. Las razones detrás de esta potente alza se deben, en primer lugar, a los precios del litio a nivel mundial, también al crecimiento en la producción y las cantidades enviadas por nuestro país al exterior, a lo que se suma la pureza ligeramente superior del producto chileno, lo que ha permitido acceder a valores más convenientes.
"La ubicación geográfica, el norte de nuestro país cuenta con la ventaja de un acceso privilegiado a la energía solar, lo que permite su extracción utilizando el método de evaporación solar y cuyas ventajas son los bajos costos de consumo energético y que no utilizan muchos reactivos químico"
María Luisa Valenzuela, investigadora de la U. Autónoma
Sin embargo, en los dos años siguientes (2019 y 2020) hubo una caída ante la disminución de los precios transados, y ya a lo largo de 2021 se vio una progresiva recuperación al punto de que las exportaciones de los primeros diez meses del año excedieron todo lo recaudado por las exportaciones de litio en 2020.
Ahora bien, entre los principales destinos del carbonato e hidróxido de litio durante 2020, en ambos casos predomina Asia. En el primer caso, se dirigieron en un 35% a Corea del Sur, un 26% a Japón, 14% a China; mientras que en lo que concierne al hidróxido, Corea del Sur lideró la lista, concentrando tres cuartas partes de las exportaciones. Luego le siguieron Estados Unidos (8%), Japón (5%), y Bélgica (3%).
En suma, Corea del Sur, Japón y China son los principales importadores de los productos chilenos de litio, en conjunto representando cerca del 80% del total.
Al comparar la importancia del litio para el comercio exterior de Chile en relación con otros productos –vinos, salmones, carnes, despojos, u otros elementos mineros como plata, oro, hierro y molibdeno-, el documento de Cochilco demostró que las exportaciones de litio ha multiplicado por casi tres veces su valor durante la última década.
Con todo, pese a que la industria del litio es relevante para la economía nacional, llegando, por ejemplo, a representar alrededor de la mitad de las exportaciones de vinos o una quinta parte del sector salmonero, aún está lejos del producto minero estrella de Chile: el cobre, considerando que las ventas al exterior de metal ascendieron a US$37.992 millones en 2020, de acuerdo al Banco Central.
Ello implica que, durante 2020, las exportaciones nacionales de litio representaron menos del 2% al contrastar con las de cobre.
Así, Valenzuela concluye: "Es muy relevante el desarrollo del país, siempre ha sido en torno a la minería, por lo cual debemos seguir haciéndolo mejor". Esto es, conforme a la experta, "buscando una innovación justamente en cómo nosotros elaboramos nuevos productos, o industrializamos, y ocupamos nuestras propias materias primas para obtener productos comerciales".