El precio del petróleo tocó máximos en siete años, el costo del transporte marítimo sigue siendo inusualmente elevado, las cadenas de suministro están lejos de regresar a la normalidad -algo que difícilmente ocurra mientras la variante Ómicron siga causando estragos en las plantillas- y valor de la energía sigue escalando.
Todo eso es parte de lo que ha causado la tormenta inflacionaria que azota al mundo, para muchos, el mayor dolor de cabeza que actualmente enfrenta la economía global. Y si bien el calendario ha dado paso a un nuevo año, las primeras cifras de 2022 indican que muchos de los problemas son los mismos que en el pasado ejercicio.
Por cierto que de estas complicaciones Chile no se escapa, de hecho, en el país se suman factores internos, como la explosión de consumo derivada de alta liquidez producto de las ayudas fiscales y retiros previsional, además de un errático dólar, que inyectan una importante presión a la inflación.
La inflación de enero en Chile dobló las expectativas del mercado y marcó una potente alza de 1,2%, llevando al dato anualizado a 7,7%, la mayor escalada de precios vista desde 2008. Un escenario altamente complejo que obligará probablemente al Banco Central a ser aún más agresivo con su alza de tasas y al fisco a apretarse el cinturón para no introducir más liquidez a una economía que necesita enfriarse.
Lo vecinos de la región no están mucho mejor. La inflación de la potencia sudamericana, Brasil, se ubicó en 0,54% en enero, la más alta para ese mes desde 2016, y a doce meses esta llegó a 10,38%, según el Instituto Oficial de Estadísticas (IBGE).
El aumento del sector alimentos y bebidas sería el que mayor contribuye a este aumento de precios, lo que economistas atribuyen como uno de los principales problemas que enfrenta el gobierno de Jair Bolsonaro, especialmente en un año electoral. La inflación erosiona los ingresos de las familias y afecta a los más vulnerables, que destinan el grueso de sus ingresos a alimentos.
Argentina, en tanto, es un tema aparte, ya que lleva años luchando para lidiar con una inflación completamente desbordada y que continúa siéndolo, con precios que suben sin parar y salarios que cada vez alcanzan para menos.
Si bien no se han entregado datos oficiales de enero de 2022, según consultoras privadas, la inflación del primer mes del año podría estar cerca del 4%, donde el dólar tiene un lugar preponderante para explicar esta subida.
En 2021 Argentina registró una inflación del 50,9% y, a diferencia de lo ocurrido en numerosos países del mundo, la cifra no fue la peor en las últimas décadas, confirmando que ese país la alta inflación no es un hecho puntual derivado de la pandemia de covid-19, sino un mal endémico.
Perú, por otra parte, recibió el año con cifras más alentadoras. El IPC peruano de enero mostró un alza mensual de la inflación de 0,18%, el dato más bajo en ocho meses, con lo que la inflación acumulada interanual en el país andino llegó a 6,33%.
El país vecino acumulaba varios meses de subidas mayores del IPC, que creció durante el mes de diciembre un 0,78 % y cerró 2021 en 6,43 %, la cifra más alta de inflación en los últimos 13 años, debido principalmente a los incrementos en alquileres y combustibles.
Mientras que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de Colombia informó que, en enero de este año, la variación del IPC fue de 1,67%, un aumento significativo en comparación con lo registrado en el mismo periodo del año anterior que fue 0,41%.
Incluso, es necesario remontarse a 1999, cuando la inflación del primer mes del año fue de 2,21%. Es decir, hace 23 años no se reportaba una inflación tan elevada como la registrada en enero del presente año.
Así, la variación anualizada de la inflación en Colombia llegó a 6,94%, debido, principalmente, al aumento en el precio de alimentos y bebidas no alcohólicas, además del alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles.
En tanto, los precios en México anotaron su peor enero en dos décadas, llegando a una importante inflación a doce meses de 7,07%, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).
De esta forma, la inflación mexicana suma su onceavo mes consecutivo fuera del rango objetivo fijado por el Banco Central (3%, +/- un punto porcentual).
Estados Unidos y China
La principal potencia económica mundial, Estados Unidos, tampoco lo pasa bien con la inflación. Ayer la Oficina de Estadísticas Laborales informó que esta se disparó en enero hasta el 7,5% en términos anualizados, cinco décimas por encima a la de diciembre.
Se trata de la mayor subida interanual desde febrero de 1982 y se situó por encima de las predicciones de la mayoría de los analistas, que preveían un aumento de los precios de 7,3%
La inflación estadounidense se está acelerando a medida que persisten los atascos en las cadenas de suministro y la crisis energética, además la economía del país norteamericano se está recuperando de los efectos de la pandemia, lo que aumenta el consumo de la población. A ello, se suma la escasez de trabajadores, situación que ha hecho subir los salarios en algunos sectores.
Caso contrario es el de China, que a diferencia de las grandes economías del mundo el año pasado registró una baja inflación. En el conjunto de 2021, la inflación subió una media del 0.9% y un 1.5% interanual en diciembre.
La tendencia en China se explica en parte por la caída de los precios de los alimentos, principalmente por el descenso es significativo en el caso de la carne de cerdo (-36.7% en un año), la más consumida en el gigante asiático. Todavía se está a la espera del dato inflacionario de enero de 2022 en China.
Eurozona
La Eurozona, en cambio, sigue la tendencia mundial, cerrando enero en un récord de 5,1% de alza inflacionaria debido, principalmente, al aumento del precio de la energía, dijo la agencia europea de estadísticas Eurostat.
De acuerdo con la agencia, se trata del nivel más elevado de inflación en la eurozona desde que se comenzó a registrar el indicador en enero de 1997. Este indicador se sitúa muy encima de la meta expresada por el Banco Central Europeo (BCE), que se propone una inflación "próxima pero inferior" a 2%.
Eurostat dejó subrayó que el principal factor del aumento de la inflación es el alza en los precios de la energía eléctrica, situación que ya hizo encender alarmas en el bloque.
La principal economía del bloque,
Alemania, anotó en el primer mes del año una inflación interanual de 4,9%, por debajo de la registrada en diciembre, pero por encima de lo esperado. Con respecto a diciembre de 2021 los precios subieron un 0,4 por ciento, según las primeras estimaciones.
En diciembre la inflación había alcanzado el 5,3%, el nivel más alto desde 1992.
A su vez, la tasa de inflación interanual en Italia subió en enero al 4,8%, el mayor nivel desde 1996, y al 1,6 % en comparación con diciembre del pasado año, en ambos casos por el encarecimiento de la energía, informó el Instituto nacional de Estadísticas (Istat) en su dato adelantado.
"Los bienes energéticos reglados impulsaron estos rebotes, pero también las crecientes tensiones inflacionarias se manifestaron en otros sectores", explicó en un comunicado.
En cuanto a España, el Instituto Nacional de Estadísticas entregó un leve respiro en enero, al anunciar que la inflación anual se situó en 6%, frente al 6,5% de diciembre. Esta es su primera caída desde febrero de 2021. Ello, considerando que enero fue el segundo mes con la electricidad más cara de la historia en el mercado mayorista español.