Moretta Wines, Viña Teillery y Gin Proa, son algunas de las empresas lideradas por mujeres, y que actualmente trabajan junto a ProChile para internacionalizar sus productos en competitivos mercados.
El vino chileno ha logrado posicionarse en el extranjero, y algunos de los productos más destacados que están saliendo al mundo son impulsados por empresarias, que han decidido renovar las prácticas productivas en las viñas, destacando por un menor uso de maquinarias y el cuidado artesanal de sus cosechas.
Ejemplo de ello ha sido el trabajo de Moretta Wines, el emprendimiento de Natalia Poblete y María José Ortúzar, quienes tras años recorriendo el mundo inmersas en cosechas de uvas de prestigio, regresaron a Chile para lanzar un vino de auto basado en el terroir a escala humana.
“Una vez que partimos, la rueda giró sola, no nos dimos ni cuenta y a la gente le gustó nuestro vino. Empezamos a crecer relativamente rápido”, cuenta Ortúzar.
En relación al rol de las mujeres en la industria, Ortúzar comenta que han logrado establecer un sello. “Eso se imprime y se transmite. Los vinos son más delicados, y eso es un distintivo que nuestros vinos han logrado tener”, añade la empresaria cuyos productos ya se distribuyen en Europa y Estados Unidos, gracias al trabajo conjunto con ProChile.
Quienes también han logrado diferenciarse en el mercado son la Viña Teillery, la empresa que lanzó en Chile el primer vino 100% orgánico hace ya 25 años, elaborados con uvas orgánicas y sin adición de sulfatos. En la actualidad, mantienen relación con mercados internacionales junto a ProChile, cuyo apoyo los ha llevado a mostrar sus vinos en Colombia, Perú, Estados Unidos y Europa.
Solange Teillery, quien continúa con el sello de los vinos producidos en los años ’90 por su padre, señala: “Nosotros seguimos apostando por el tema de la innovación, tanto en los últimos años como desde un comienzo”.
En la misma línea de la industria de los vinos y licores, está la empresa Gin Proa, quienes producen un brebaje que viene de la flora nativa chilena. Elly Merino, quien está detrás de este emprendimiento como gerente comercial, comenta que iniciaron su producto indagando sobre la diversidad botánica que tiene Chile, la cual permite crear un “destilado único con las variantes que dispone nuestro país”.
“Fuimos en búsqueda de la receta perfecta y luego generamos una cadena productiva donde hay un cuidado constante. Trabajamos con insumos de primera calidad y sostenibles en el tiempo”, comenta Merino.
Tras la buena recepción que han logrado dentro del mercado nacional, Gin Proa ya trabaja en conjunto con ProChile para lograr su primera exportación a mercados tan competitivos como el europeo, convencidos de que este gin que es “una oda a la biodiversidad chilena” logrará encantar a otros paladares.