La anunciada desaceleración de la economía chilena tras el inédito dinamismo de 2021 ya está agarrando vuelo. Así lo demostró el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de febrero de 2022 informado esta mañana por el Banco Central.
En el segundo mes del año la economía creció 6,8%, ubicándose bajo todos los pronósticos y posicionándose como la menor expansión de la actividad en 11 meses. Además, respecto al mes precedente -enero-, el crecimiento fue negativo, cayendo 0,7%.
Cifras que, a juicio de los analistas, confirman la "
moderación" de la actividad, lo que se espera que se vaya profundizando con el correr de los meses cuando las bases de comparación se vayan poniendo cada vez más exigentes.
"Las cifras confirman la moderación de la actividad, la cual continuaría con el correr de los meses debido al retiro de los estímulos monetarios y fiscales, y a la mantención de una inversión muy contenida ante la elevada incertidumbre local. Ello, en un contexto de un menor impulso externo, a pesar del aumento del precio del cobre", señaló Inversiones Security .
La entidad agregó que "las variaciones interanuales de los próximos meses seguirían moderándose ante bases de comparación más exigentes, con caídas durante la segunda parte del año, que nos llevan a ratificar la proyección de un alza del PIB de 1,5% para el año en su conjunto".
Banchile Inversiones sostuvo que "la cifra de febrero se explica por el desempeño de sectores que se han visto beneficiados del impulso del consumo, destacándose el crecimiento de los servicios (14,6% a/a) con una incidencia anual de 6,6 puntos porcentuales. No obstante, la desaceleración de la actividad económica sigue haciéndose evidente ya que todos los sectores no mineros registraron una menor actividad respecto de enero".
Con esto, señaló que prevé que "la desaceleración continuaría durante el año ante la disipación de las bajas bases de comparación y la progresiva pérdida de impulso del consumo".
"En este sentido, para marzo proyectamos un Imacec preliminar de 3% anual. De igual manera, para el 2022 mantenemos nuestra proyección de crecimiento de 1,3%, la cual se encuentra contenida en el rango de proyección del IPoM de marzo", finalizó.
José Manuel Peña, senior portfolio manager de Fintual, comentó que los índices económicos "están apuntando no solo a un enfriamiento, sino que además, a un enfriamiento más rápido de lo esperado".
"Esto, en conjunto con otros datos como el IPoM, consolida la idea de que la fase de recuperación post-pandemia está terminando, dando paso a un periodo de crecimiento más débil, que podría pasar incluso a un periodo de contracción, como ya lo indican las expectativas del Banco central para el 2023", añadió.
Asimismo, dijo que "estas noticias también debiesen impactar en las expectativas de inflación, impulsando lo que ha sucedido en la última semana con la inflación implícita en el mercado de derivados de inflación local, cayendo sobre un 1% para plazos de 1 año, es decir, el mercado está revisando a la baja la cantidad de inflación que espera para los próximos doce meses. Esto es relevante para el Banco Central, que busca evitar un desanclaje de las expectativas de inflación, pero sin afectar el crecimiento".
6,8%creció la economía chilena en febrero de 2022
Por su parte, Jennifer Karen Rivera, vicedecana Facultad de Administración y Negocios en U.Autónoma, indicó que "el Imacec de febrero llegó solamente a un 6,8%, situando el nivel de expansión de la economía nacional por debajo de lo que estaba esperando".
Esto, acotó, "confirma esta especie de enfriamiento que vamos a ir observando en la actividad, posterior justamente a estas cifras tan importantes que teníamos de expansión durante el año pasado, con cifras de dos dígito".
Para el futuro, Rivera prevé que la economía empiece a verse cada vez más golpeada por el escenario externo, específicamente por los coletazos de la guerra en Ucrania, lo que sumado a la política monetaria altamente restricitiva para controlar la fuerte inflación, llevaría a que en los meses venideros la expansión económica "tienda a ser muy moderada y muy probablemente por debajo de lo que eran las expectativas iniciales".
Andrés Pérez, economista jefe de Itaú, señaló que "la actividad en febrero medida por el Imacec sorprendió a la baja principalmente por una contracción mensual desestacionalizada en servicios, aunque permanece en niveles muy por sobre aquellos pre-crisis".
"Si bien es un solo dato, este es consistente con una muestra más amplia de información que confirma que la desaceleración de la economía está en curso, y debiésemos de observar una recesión técnica en el segundo semestre de este año, tal como hemos anticipado desde el año pasado", añadió.
"De persistir los elevados niveles de incertidumbre de política económica, es probable que el deterioro de la actividad económica continúe hacia 2023, particularmente impulsado por la falta de dinamismo en la inversión", finalizó.