El próximo lunes la Sala de la Cámara de Diputados vivirá una jornada clave: votará los dos proyectos de retiros de fondos de pensiones que están sobre la mesa, el presentado por parlamentarios y el impulsado por el Gobierno, o los denominados "masivo" y "acotado".
El primero pretende repetir la fórmula de los giros anteriores: todos quienes tengan ahorros previsionales tendrían derecho a retirar un mínimo de 35 UF ($1 millón 120 mil) y un máximo de 150 UF ($4 millones 800 mil. Y si el total de ahorros es igual o inferior a 35 UF, se podrá retirar la totalidad de ellos.
Para frenar aquello, dado los efectos perjudiciales que tendría sobre la inflación, las tasas de interés y el mercado de capitales la masiva venta de activos para pagar los retiros y la potente inyección de liquidez a la economía que ello implica, el Gobierno optó por impulsar un proyecto alternativo que permite un retiro, pero con importantes bordes.
En síntesis, la propuesta mantiene los rangos de retiro -entre 35 y 150 UF-, pero restringido a pagos de deudas de pensiones alimenticias, gastos en salud en el sector público y privado, servicios básicos, deudas financieras bancarias y no bancarias, deudas de créditos hipotecarios y complementar el ahorro de una primera vivienda.
Así, ambos proyectos son de una magnitud completamente diferente.
En el caso de la iniciativa parlamentaria, según la Superintendencia de Pensiones, podrían salir del sistema US$16.835 millones -lo que se sumaría a los US$51.797 millones de los tres retiros anteriores- , prácticamente el 10% del total de los fondos de pensiones.
Además, 10,6 millones de personas podrían efectuar un nuevo giro previsional: 4,6 millones de mujeres y 6 millones de hombres. De ellos, según la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, alrededor de un 20% serían de los quintiles de mayores ingresos del país.
La superintendencia también apuntó a que, con un nuevo giro previsional masivo, un total de 5,8 millones de afiliados quedaría sin fondos en sus cuentas de capitalización individual. Universo que equivale al 46% del total de afiliados y pensionados por retiro programado del sistema.
A su vez, con otro retiro sin restricciones las pensiones de las mujeres podrían disminuir hasta un 32%, mientras que las de los hombres caerían hasta un 25%.
Por su parte, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, alertó que con un nuevo 10% sin bordes "la inflación llegaría a niveles de 15% o más a mitad de este año", además de que provocaría un alza en las tasas de largo plazo y del tipo de cambio que superaría los $900, encareciendo el financiamiento y el crecimiento de largo plazo, ya que el mercado de capitales retrocedería al menos 10 años en profundidad.
Asimismo, proyectó que las tasas para los créditos hipotecarios podrían llegar hasta 8% con un nuevo giro desde las AFP.
Por otra parte, y considerando que el proyecto de los legisladores también permite un anticipo a los pensionados bajo la modalidad de rentas vitalicias, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), alertó que la iniciativa podría tener un efecto "perjudicial en la solvencia de las compañías y en los mercados donde vendan sus activos financieros".
"Lo anterior, pone en riesgo el pago de todos los seguros ya contratados con las compañías y expone al Estado de Chile a nuevas demandas internas y externas. Además, las rentas vitalicias tienen garantía estatal que, de activarse por la quiebra de alguna compañía, genera un impacto fiscal", añadió.
De aprobarse la medida, las aseguradoras desembolsarían del orden de US$2.775 millones, lo que provocaría una pérdida patrimonial estimada del 27% (US$1.234 millones), que llevaría a cuatro compañías a caer en insolvencia.
Sobre el proyecto del Ejecutivo quien puso las principales cifras fue el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Comentó que, en términos de beneficiarios, "en lo que se refiere a deudas financiaras estamos hablando de alrededor de 3 millones de personas; en el caso de las deudas de servicios básicos, probablemente, alrededor de 1 millón de personas; en el caso de pensiones alimenticias, 70 mil familias".
Dicho lo anterior, y cruzando los datos de saldo en las cuentas de ahorro individual, señaló que "podría significar un uso de este conjunto de mecanismos de alrededor de US$3 mil millones".
"Estamos hablando de un volumen de recursos que tienen como contraparte la liquidación de activos en los mercados financieros que es la quinta parte de lo que ha ocurrido en episodios anteriores, por lo tanto, el impacto sobre las tasas de interés, el tipo de cambio y otras variables que se han visto afectadas sería significativamente menos", resaltó.
Por su parte Costa, titular del Banco Central, expuso dudas sobre el efecto inflacionario que tendría el retiro "acotado" del Gobierno, reconociendo que es "difícil de cuantificar" y llamó a mirar "más en detalle las magnitudes de los efectos de la medida", criticando que, de todas formas, "jibariza el mercado de capitales en el largo plazo".