El cambio climático también implica una serie de desafíos para el sistema financiero, y por ello el Banco Central de Chile se encuentra impulsando una agenda para incorporar esta problemática en sus análisis económicos, en línea con la tendencia de las instituciones monetarias a nivel global.
A ello se refirió esta mañana la presidenta del instituto emisor, Rosanna Costa, en un seminario organizado en conjunto entre el Banco Central, la WWF y las Naciones Unidas, bautizado: "¿Cómo afecta la biodiversidad a nuestra economía?".
"Sin duda uno de los desafíos que enfrentamos es el cuidado del medioambiente, ámbito en el que también es importante tomar decisiones con una mirada hacia adelante, aunque sea más desafiante aún", dijo.
"En nuestro país la expresión más evidente del cambio climático es la sequía, que ha dejado de ser un fenómeno cíclico para transformarse en una tendencia que amenaza cada vez más nuestra naturaleza, economía y bienestar. Sin embargo, son los gobiernos quienes tienen la gran tarea de liderar, coordinar y generar las condiciones para definir las políticas que los desafíos medioambientales requieren, lo que pasa por un difícil proceso de transición energética y medioambiental global", añadió la economista.
En esa línea, mencionó que, en materia de reservas internacionales, "recientemente hemos comenzado a evaluar la factibilidad de invertir un pequeño porcentaje de nuestra cartera en bonos verdes, ello en la medida de que se cumpla con los requisitos de liquidez, diversificación, riesgo y rentabilidad que rigen en nuestras inversiones".
"El desafío es pasar a de esta mirada parcial y a evaluar los impactos financieros no externalizados en el sector y que puedan generar riesgos sistémicos".
Rosanna Costa
También, agregó, se están midiendo aspectos relacionados con el riesgo financiero, "un tema central para nosotros". Así, expuso que "por un lado, constatamos la presencia de eventos catastróficos asociados al cambio climático que se han hecho presente con mayor frecuencia e intensidad y, por otro lado,
esto requiere determinar cómo el cambio climático y la degradación de la naturaleza pueden representar riesgos financieros a futuro que, en la medida no estén siendo debidamente internalizados y cautelados, podrían afectar la salud del sistema financiero".
"Un ejemplo de este análisis se presentó en el reciente capítulo temático del Informe de Estabilidad Financiera del Banco Central, donde se analizaron, por ejemplo, los bienes raíces expuestos al cambio climático. Los resultados de ese estudio arrojaron que en torno al 30% del avalúo de propiedades en Chile estará expuesto a ellos hacia 2050, siendo las macrozona norte y centro las de mayor exposición relativa a riesgos físicos de deterioro costero, inundaciones y sequía", acotó Costa.
En tanto, las macrozonas norte, la Región Metropolitana y centro del país "son las más expuestas a la disminución de recursos hídricos y aumentos de temperatura, zonas que a su vez concentran el 86% de las empresas y el 88% de la población".
"El desafío es pasar a de esta mirada parcial y a evaluar los impactos financieros no externalizados en el sector y que puedan generar riesgos sistémicos", subrayó.