Un oscuro panorama inflacionario es el que está enfrentando Chile, lo que ha llevado al Banco Central a realizar un agresivo esfuerzo que para contener las bruscas alzas en los precios.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó esta mañana que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo anotó una potente alza mensual de 1,2%, llevando a la inflación anual en el país a 11,5%, alcanzado su mayor nivel en 28 años. Escalada inflacionaria que aún estaría lejos de frenar.
Es que según el Informa de Política Monetaria (IPoM) de junio publicado hoy por el Banco Central, se
espera que la inflación llegue a cerca de 13% durante el tercer trimestre y, recién allí, comience a bajar. Con ello, la inflación culminaría 2022 en torno a 10%, una proyección que la entidad presidida por Rosanna Costa elevó con fuerza en relación a lo pronosticado en el IPoM de marzo.
Para hacer frente a esta compleja situación, el ente rector ha estado aplicando potentes alzas a la Tasa de Política Monetaria (TPM), su principal herramienta para la lucha contra la inflación. De hecho, ayer el Consejo de la entidad decidió aplicar una nueva subida de 75 puntos base a la tasa de interés para fijarla en 9%, su mayor nivel desde que Chile nominalizó la política monetaria en 2001.
Pero claro, una tasa así de alta por cierto que no es inocua, dado que aquello inevitablemente provoca una contracción en la actividad económica y efectos en diversos ámbitos. Por eso, han surgido voces críticas a las medidas adoptadas por el Banco Central, las que esta mañana Costa defendió.
Como es habitual, la presidenta del instituto emisor presentó el IPoM ante la comisión de Hacienda del Senado y, en sus reflexiones finales, explicó la importancia que tiene ajustar de forma relevante la tasa de interés para controlar la desbordada inflación, pese a los efectos adversos que aquello pueda generar.
"Por muy complejo que pueda parecer en este momento, no llevar a cabo este ajuste solo aumentaría los costos de tener una mayor inflación. Primero, porque seguiría estimulando el incremento de gasto más allá de lo que son las posibilidades de la economía, incrementando las presiones sobre la inflación. Segundo, porque podría dañar la confianza que las empresas y personas tienen en el control de la inflación por parte de las autoridades, provocando que las decisiones y expectativas perdiesen el ancla que han mantenido durante mucho tiempo".
Rosanna Costa
"Sin duda que el aumento de la tasa no es inocuo para la economía, tiene impactos en muchos ámbitos", comenzó señalando. "De hecho, nuestras proyecciones adelantan que la actividad se contraerá por varios trimestres", agregó.
Sin embargo, recalcó que aquello "es la respuesta necesaria de la economía para ajustar los excesos de gasto que se observan desde el año pasado a niveles que sean sostenibles dado nuestro potencial productivo".
"Por muy complejo que pueda parecer en este momento, no llevar a cabo este ajuste solo aumentaría los costos de tener una mayor inflación. Primero, porque seguiría estimulando el incremento de gasto más allá de lo que son las posibilidades de la economía, incrementando las presiones sobre la inflación", dijo.
Y añadió: "segundo, porque podría dañar la confianza que las empresas y personas tienen en el control de la inflación por parte de las autoridades, provocando que las decisiones y expectativas perdiesen el ancla que han mantenido durante mucho tiempo".
"El control requiere que personas y empresas tengan confianza en que la alta inflación es un problema transitorio. Esta confianza solo es posible si hay un compromiso irrestricto del Banco Central con el logro de la meta de inflación, en nuestro caso, en 3%".
Dicho eso, Costa aseguró "a todos quienes vivimos en Chile que el Banco Central seguirá haciendo lo necesario para que la inflación disminuya y retome a la meta definidita en el plazo adecuado. Mantener y cumplir este compromiso es vital para ayudar a mitigar costos que la inflación elevada tiene sobre las familias chilenas".
¿Estanflación?
Más tarde, ante periodistas, Costas fue consultada si es que considera que Chile se encuentra en un proceso de "estanflación" -como han apuntado bancos de inversión extranjeros como Bank of America-, un temido fenómeno que se da en economías golpeadas por una alta y persistente inflación, junto con una fuerte desaceleración económica.
Ante ello, la economista expuso que "lo que estamos observando es un período en que estamos con alta inflación, y estamos acomodando el nivel de producción para el control de esa alta inflación dentro del horizonte que corresponde (dos años para llegar a 3%)".
"Nosotros vamos a tener altas inflaciones entre 13-10% a lo largo de este año, y vamos a tener el ajuste más significativo en el producto el próximo año, pero dentro del contexto de un proceso que se está ajustando para contener el proceso inflacionario", resaltó.
En esa línea, concluyó que "normalmente los procesos estanflacionarios son de inflaciones persistentes, que se quedan pegadas en el tiempo, y que en un período prolongado conviven con crecimientos negativos".