El Grupo de Política Monetaria (GPM) recomendó este lunes al Banco Central aplicar un aumento d
e 75 puntos base a la Tasa de Política Monetaria (TPM) -a propósito de la reunión que se desarrollará entre el 12 y 13 de julio-, para situarla en un nivel de
9,75%.
"Como en el caso de otros países, que utilizaron fuertes políticas de estímulo de demanda para enfrentar la crisis, la economía chilena también registra un preocupante incremento en los niveles inflacionarios, los que se amplifican aún más a partir de una fuerte depreciación de su moneda. En este contexto, el Grupo de Política Monetaria propone incrementar la Tasa de Política Monetaria en 75 puntos bases, para situarla en un nivel de 9,75%", señaló en un comunicado la instancia integrada por
Eugenia Andreasen, Carlos Budnevich, Tomás Izquierdo, Juan Pablo Medina, y Andrea Tokman, quien se acaba de sumar al Grupo.
En ese sentido, los economistas plantean que "el efecto negativo sobre el ingreso del mayor nivel de precios, particularmente relevante en commodities alimenticios y combustibles, la corrección a la baja en el valor de los activos, donde destaca el mercado bursátil, y la mayor incertidumbre geopolítica en Europa y Asia, son todos factores que concurren para explicar un peor desempeño de la actividad global".
"La necesidad de un retiro más rápido e intenso de los estímulos monetarios, particularmente en Estados Unidos y Europa, afectados por un desborde inflacionario más intenso y duradero de lo previsto, aumenta el riesgo recesivo en varias economías desarrolladas", resaltan.
Sin embargo, mencionan que mayores niveles para las tasas de interés en el mundo desarrollado "generan presión devaluatoria sobre las monedas de economías emergentes, afectadas en general por salidas netas de capitales. En el caso de Chile, a lo anterior se suma un efecto negativo sobre los términos de intercambio asociado a la corrección a la baja en el precio del cobre, lo que es consistente con un esperado menor dinamismo global".
Con todo, señalan que "por ahora la desaceleración en el crecimiento de nuestra economía se ha producido más lentamente de lo que se preveía hacia comienzos de año. La disponibilidad de recursos por parte de las familias, provenientes en gran medida de las transferencias del Estado y del retiro de fondos previsionales, se mantiene sobre la tendencia de largo plazo, según registran los saldos en cuentas corrientes, cuentas vista y de ahorro".
"Tanto por fenómenos de oferta, asociados a precios internacionales, como de demanda, por un aún alto nivel del consumo privado interno, se hace necesario perseverar en un ajuste monetario adicional. Ello cumple el doble efecto de contener presiones devaluatorias adicionales sobre nuestra moneda y de contribuir a anclar las expectativas inflacionarias en el horizonte meta de la autoridad monetaria"
GPM
"Ello permite entender el que el nivel de la demanda interna, particularmente en su componente consumo, siga siendo elevado", agregan.
Consistente con lo anterior, destacan que "las encuestas de mercado han corregido al alza las estimaciones de crecimiento para el presente año, y a la baja para el próximo. El mercado laboral mantiene su ritmo de recuperación, aunque con una ralentización en el caso del empleo formal".
"La inflación se ubica en su máximo nivel desde que comenzó el desborde inflacionario en curso, con una variación de 12,5% en doce meses. La inflación subyacente aún no da señas de desaceleración (9,9% 12m), mientras la no transable, con un guarismo de 9,5% en el mismo lapso, es consistente con la persistencia de un todavía alto nivel en la demanda en el sector servicios", acotan.
Y explican que "la inflación transable, asociada a bienes importados,incrementa su variación a 15,0 por ciento en doce meses, lo que responde a mayores precios de bienes importados en sus monedas de origen, a la importante alza acumulada en el tipo de cambio y a márgenes de comercialización que aún no registran un ajuste relevante a la baja".
De esta forma el GPM señala que "existe coincidencia en las distintas proyecciones, tanto privadas como del propio Banco Central, en el sentido que la economía chilena entrará a un ciclo recesivo, que medido en doce meses se iniciaría en el tercer trimestre del presente año".
"A pesar de ello, tanto por fenómenos de oferta, asociados a precios internacionales, como de demanda, por un aún alto nivel del consumo privado interno, se hace necesario perseverar en un ajuste monetario adicional. Ello cumple el doble efecto de contener presiones devaluatorias adicionales sobre nuestra moneda y de contribuir a anclar las expectativas inflacionarias en el horizonte meta de la autoridad monetaria", concluyen.