El ministro de Hacienda, Mario Marcel, y la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, expusieron el Informe de Finanzas Públicas (IFP) del segundo trimestre de 2022 y señalaron que la
proyección de crecimiento para este ubicó 1,6% en (desde el 1,5% estimado en el primer informe).
"En el caso del crecimiento del PIB no hay un cambio significativo, estamos en una cifra bien similar. Esta cifra recordemos que es algo mayor a las que se estimaban a comienzo de año, fundamentalmente porque los primeros meses de este año la actividad estuvo algo por sobre lo esperado, en buena medida porque el consumo estuvo algo por sobre lo esperado", dijo el jefe de la billetera fiscal.
"Pero, en la segunda mitad del año, como se va a ver, esperamos una mayor debilidad del consumo y de la demanda", acotó.
La demanda interna, mencionó, "está pasando de una caída de 1% en el informe del primer trimestre a un crecimiento de 1,3%".
Marcel también indicó "hay correciones al alza, por su puesto, bien importantes en el IPC, en el tipo de cambio y correcciones a la baja en el precio del cobre. Y también, un ajuste al alza en el precio del petróleo".
De hecho, el Gobierno ajustó sus pronósticos inflacionarios en medio de un escenario de fuerte escalada de precios en el país, y el mundo entero -producto de la guerra en Ucrania-, subiendo en 2,2 puntos porcentuales el cálculo del Índice de Pecios al Consumidor para este año, hasta 11,1% (desde el 8,9% previo).
A su vez, se actualizaron las estimaciones esperadas para el tipo de cambio y el precio del cobre. Para el dólar, se espera que termine el año en $854 -$43 por sobre la proyección previa-, mientras la estimación para el metal rojo, en tanto, pasó de un precio promedio de US$4,45 la libra en 2022 a US$4,19.
En tanto, Hacienda prevé que el precio del petróleo WTI termine 2022 en US$102 el barril, versus el US$95 por barril del IFP anterior.
En esa línea, el Ejecutivo actualizó a la baja su proyección de crecimiento para el próximo año, advirtiendo una recesión. En el detalle, prevé que la economía se contraiga -0,1% en 2023, desde el alza de 0,4% que anticipaba tres meses atrás.
Balance fiscal
De acuerdo al informe, los ingresos tributarios suben un 15,1% en relación a la proyección del IFP anterior, lo que se traduce en recursos por $52.635.167 millones.
En el detalle de los ingresos tributarios se destaca el alza en la recaudación por impuestos a la renta, la que subió 31,1% entre el primer y segundo trimestre totalizando $24.257.427 millones.
El IFP indica que se esperan ingresos para este año por $63.864.237 millones, $6.421.982 millones más que en el IFP del primer trimestre, lo que implica una variación real de 0,2%.
Otra modificación tiene que ver con el déficit fiscal efectivo, cuya previsión mejora de -1,7% del PIB este año a -0,1% del PIB. En tanto, el déficit fiscal estructural también mejora su posición, desde un -3,3% del PIB a -1,3% del PIB.
"La proyección fiscal que vamos a compartir con ustedes lo que muestra es que después de haberse aprobado en este Congreso un Presupuesto para el 2023 con un déficit de 2,8% para el déficit efectivo, que después, en el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre bajamos a 1,7%, nuestra estimación en este momento es que ese déficit sería de 0,1% del Producto", resaltó Marcel.
Y apuntó "si miramos el balance cíclicamente ajustado, en el Presupuesto se aprobó un déficit estructural, o cíclicamente ajustado, de 3,9% del Producto, eso se redujo en el margen en el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre a 3,3%, pero en este momento nuestra estimación de déficit estructural es de 1,3% del Producto".
El ministro Marcel, explicó que "esto ha ocurrido porque, en primer lugar, la Operación Renta fue más positiva de lo previsto, el efecto de la inflación sobre presupuesto tiende a ser superavitario y la depreciación del peso tiende a reducir el déficit, pero sobre todo no es porque no nos hemos gastado la plata, porque hemos sido responsables en el manejo de los recursos públicos".