En el reciente Chile Day en Nueva York -y ante la inquietud de inversionistas internacionales- el ministro de Hacienda, Mario Marcel, entregó algunas luces sobre cómo se está construyendo el esperado proyecto de reforma previsional que el Ejecutivo espera presentar en agosto.
Así lo recogió un reportaje de El Mercurio, en el cual se da cuenta como principal novedad que la cotización adicional de 6% era íntegra a un fondo solidario, el cual será administrado por una entidad pública, y al menos la mitad (3%) irá a "capitalización colectiva", es decir, ahorro, pero no individual. El resto para reparto inmediato y así mejorar las actuales pensiones.
En este esquema solo se garantiza la propiedad y herencia sobre los fondos de capitalización individual del actual 10% y no de la nueva "capitalización colectiva". Esto revela un cambio importante respecto a lo que se había avanzado en las extensas negociaciones por reformar el sistema de pensiones durante el gobierno anterior, cuando parecía que la fórmula de destinar la mitad del 6% de cotización adicional a ahorro individual y la otra mitad a un fondo colectivo contaba con el beneplácito de la mayoría de las fuerzas políticas.
Consultado este lunes, el Presidente Gabriel Boric evitó entregar mayores detalles de la reforma, señalando que la propuesta hará cambiar el sistema "para mejor" y que la presentación del proyecto se hará una vez se analicen los resultados de los diálogos ciudadanos sobre la materia.
Con todo, y sobre la base de la información disponible, desde el mundo político han salido a manifestar su opinión y analizar la fórmula descrita.
"Siempre hemos pensado que tiene que haber un sistema mixto, vale decir, un componente de ahorro individual, un componente de aporte estatal y un componente solidario para garantizar un piso mínimo a la ciudadanía", comento la senadora
Ximena Rincón (DC) en entrevista con
EmolTV.
Dicho eso, sostuvo que "los más importante de todo es que nos muestren los números. ¿De qué nos sirve hacer este tremendo esfuerzo si es que en 15 o 20 años más las pensiones van a ser igual de malas que las de hoy día? Creo que es muy importante que transparentemos los números y que lo hagamos con expertos".
Con todo, manifestó su preocupación por el contraste entre lo que buscaría el Gobierno y lo que establece la propuesta de nueva Constitución. Primero, comentó el texto constitucional consagra un sistema único y estatal de pensione. "Nadie va a poder destinar nada de sus ahorros a otro sistema que no sea ese", dijo, además de establecer que los recursos con que se financia la seguridad social no podrán ser destinados a fines distintos que los pagos de beneficios que establece el sistema.
"Yo me pregunto cómo se concilia eso con este proyecto del 6% adicional a un fondo común y un 10% que está yendo a capitalización individual. De acuerdo a la propuesta constitucional eso no puede ser", añadió.
Para el diputado Juan Santana (PS) "el aspecto más relevante es que se introducirá con fuerza el principio de la solidaridad, que significará la incorporación de un aporte del estado y de los empleadores para las futuras pensiones".
"Esa solidaridad se va a traducir, también, en la creación de un componente colectivo que permitirá hacer una redistribución con sentido de justicia social, lo que garantiza aumentar el ingreso de los futuros pensionados. Entiendo que existe desconfianza en la población frente a este tipo de instrumentos, pero hay experiencia comparada y es exitosa", afirmó.
En esa línea, el diputado Luis Cuello (PC), comentó que "destinar la cotización adicional a ahorro colectivo y, además, a un componente de reparto" va en la dirección correcta y "va a permitir mejorar las pensiones actuales". Asimismo, confía en que la propuesta logre avanzar en su discusión parlamentaria. "Todos coincidimos en el que el sistema de pensiones hoy día no da para más", subrayó.
En tanto, el diputado Andrés Giordano (independiente) señaló que "respecto de la capitalización colectiva del nuevo componente, esto va en sintonía con seguir el ejemplo de la experiencia internacional, donde la capitalización individual no es en prácticamente ninguna parte el pilar principal o único como en Chile".
"Lo que debemos perseguir al final del día es que la pensiones alcancen para vivir una vejez digna", expuso.
Mientras que el diputado Diego Ibáñez (CS) recalcó que "espero que sea un debate sin fantasmas, sin 'fake news', y que podamos tener una tramitación ágil", añadiendo que "estoy de acuerdo con la propuesta de que el porcentaje aportado por el empleador tenga una distribución intergeneracional, pero además eso viene con algunos pisos donde los sueldos más altos -haciendo el símil con la reforma tributaria- son los que aportaría intra e inter generacionalmente, por lo tanto, la mayor parte de los chilenos no van a ver tocado en nada sus ahorros previsionales porque va a haber capitalización individual sobre el actual 10%".
"Además, probablemente tampoco van a tener un aporte distinto a lo que su empleador le va a aportar a su cuenta individual. Entonces, al final es capitalización individual de todas formas y el porcentaje de solidaridad es un debate abierto pero que siempre va a ser bienvenido, toda vez que jamás hemos dado un debate serio sobre el componente solidario de las pensiones", acotó.
Oposición
Desde la oposición, el diputado Guillermo Ramírez (UDI) expuso que la propuesta del Ejecutivo "me parece algo poco realista", dado el apoyo ciudadano -según la encuestas- que tiene un ahorro individual y heredable. "La mayoría del Congreso hoy día tengo la impresión de que está en esa misma lógica y el Gobierno lo que quiere es presentar un proyecto que va en contra de esa idea", agregó.
"Entonces, políticamente me parece poco realista y temo que esté pasando lo mismo que le pasó a los últimos gobiernos. Todos intentaron sacar una reforma constitucional y no se logró, por el maximalismo de las partes, de ambas partes. Acá estamos partiendo este debate con un maximalismo demasiado grande por parte del Gobierno", resaltó Ramírez.
A su vez, el diputado Eduardo Durán (RN) indicó que "el proyecto del Gobierno va en contra de la libertad de los trabajadores para elegir qué hacer con sus fondos. Pues todo lo envía a fondos colectivos y solidarios y ningún peso quedaría en la cuenta personal real de cada trabajador".
"La gente ya aprendió que sus fondos son de su propiedad. Y un porcentaje del aumento de la cotización podría ir a solidaridad", dijo.
A su vez, la senadora Paulina Núñez (RN), expresó que "el objetivo de la reforma debe ser lograr mejores pensiones para los chilenos y chilenas y, evidentemente, y si el gobierno presenta un sistema de reparto va a chocar con el Congreso, porque eso no va a volar".
Además, recordó que "en el Congreso hay un proyecto que durante un año y medio se discutió y que inyectaba solidaridad en un sistema mixto para reformar el sistema. Es muy importante que los ahorros sean de las personas, una mirada de género para las mujeres y mejorar las pensiones que muchas veces terminan siendo peores que las de los hombres, en las mismas condiciones; y considerar una fuente de tripartita, en donde el Estado, los empleadores y los mismos trabajadores estén presentes".
Por último, senador Francisco Chahuán (RN), señaló que "frente a este nuevo intento del Ejecutivo de que el 6% aporte previsional extraordinario de cargo del empleador vaya solo a solidaridad intra e inter generacional es un completo error, ya tenemos un proyecto que ha alcanzado consensos necesarios, pasó la valla de la Cámara de Diputados y de la comisión de Trabajo y por tanto debiera ponerse en discusión a la brevedad posible".
Visión de expertos
David Bravo, director del Centro UC de encuestas y Estudios Longitudinales, sostuvo a El Mercurio que debe "justificar muy bien por qué se requiere la adición del componente colectivo, tanto en su dimensión de reparto como en su formato de capitalización".
"Será necesario justificar muy bien por qué es fundamental crear una nueva institucionalidad para la capitalización y determinar cómo van a ejercer sus derechos de elección las personas que tienen cerca de US$170 mil millones en sus cuentas individuales", agregó.
Mientras que Cecilia Cifuentes, directora del Centro de Estudios Financieros (CEF) del ESE Business School de la U. de Los Andes, calificó de "negativo" la administración pública centralizada que propone el Gobierno. "El Estado no tiene el desarrollo tecnológico apropiado para entregar plena seguridad y buena calidad de servicio".
Además, lo que consideró más cuestionable es "el 6% de cotización adicional, ya que, al ser un fondo colectivo, genera incentivos a la informalidad, porque se percibe como un impuesto al trabajo. Esto es complejo, porque la causa principal de las bajas pensiones actualmente es el déficit de cotizaciones. Un sistema que las desincentiva no parece apropiado".
Por su parte, Salvador Valdés, senior fellow de la U. Adolfo Ibáñez valoró la función de las AFP, especialmente en la administración de cuentas y beneficios y gestión de inversiones, recordando su rol en los pasados retiros del 10%. En tanto, afirmó que la administración pública exhibe un "pésimo servicio", dando como ejemplo que el Instituto de Previsión Social (IPS) demora más de nueve meses en procesar una pensión.
Sobre el 6% de cotización adicional con cargo al empleador a un fondo colectivo, expuso que "la respuesta del mundo del trabajo será la de siempre: más informalidad y más subcontratación para evadir, lo que elevará las interrupciones de cotización y las pensiones contributivas disminuirán otro tanto".