El Banco Central publicó este miércoles su Informe de Percepciones de Negocios correspondiente a agosto de 2022, en el cual las empresas consultadas -alrededor de 55- advirtieron de mayores "signos de deterioro" en un escenario de menor actividad.
Según el informe, las firmas reportaron que sus niveles de venta han disminuido en los últimos meses, pero con una percepción variable entre distintos rubros.
Destaca el caso de la construcción y el rubro inmobiliario, "que continúan entre los que más se han debilitado, reportando un alza del desistimiento de compras".
Por otro lado, en el comercio de algunos bienes, como el sector automotriz y el retail, se percibe una reducción del gasto de las personas, pese a que la demanda se mantiene en niveles históricos.
En tanto, desde la industria minera y algunos sectores de servicios -especialmente ligados a actividades recreacionales- declaran que han mantenido e incluso aumentado sus niveles de ventas.
Con todo, los encuestados señalan que persiste el aumento de los costos, pese a que las presiones asociadas a la disponibilidad de insumos e inventarios "tiende a aliviarse levemente respecto del trimestre anterior". En ese contexto, aseguran que "los precios de venta siguen aumentando".
La entidad presidida por Rosanna Costa reveló que los entrevistados lo atribuyen a "los efectos del alza del dólar en el valor de los insumos y productos importados, además de una mayor velocidad de aumento de los costos de ítems específicos como combustibles, alimentos y algunos materiales de construcción. Ante costos que no ceden, algunos indican que están revisando sus precios con mayor regularidad".
Escasez de mano de obra
Las dificultades en la contratación persisten para las empresas, aunque en menor medida que lo reportado en enero. Es más, en la mayoría de los sectores se menciona que "existe una mejora en la disponibilidad de trabajadores, una reducción de la rotación y un aumento en los currículums recibidos para postular a los puestos de trabajo vacantes, aunque aún por debajo de los niveles habituales".
En ese sentido, las compañías aseguran que "persisten dificultades en la búsqueda de trabajadores con perfiles técnicos más específicos, a causa de la alta competencia para contratarlos, sin perjuicio que también a veces se relatan problemas para conseguir mano de obra con menores competencias. Los sectores de servicios, agricultura y los ligados a la minería están entre los que más reportan dificultades al momento de reclutar colaboradores".
El porcentaje de empresas que está buscando trabajadores se mantiene estable respecto de seis meses y un año atrás, y no se ven cambios importantes en la dotación
Si bien las empresas perciben un aumento en sus costos laborales, los reajustes salariales en promedio son similares o por debajo del IPC, mientras que su frecuencia ha disminuido de forma importante respecto de lo que habitualmente realizaban las empresas.
De hecho, el 57% de las firmas plantea que "habitualmente reajustan los salarios de sus trabajadores al menos una vez al año, frente a un 36% que no reajusta nunca o lo hace solo en situaciones especiales, como modificaciones en el sueldo mínimo o una petición particular de algún trabajador".
Al indagar por el reajuste actual, el 46% de las empresas menciona que se encuentran reajustando los sueldos más lento que lo habitual, en contraste con un 8% que declara estar efectuándolo con mayor frecuencia.
Créditos y perspectivas de inflación
El documento publicado por el ente rector revela un mayor deterioro en las condiciones financieras, como consecuencia del alza de las tasas de interés (73%). De esta forma, la proporción de empresas que solicitaron un crédito en los últimos seis meses disminuyó respecto de meses previos.
"La principal razón que aducen quienes no solicitaron un crédito es que no lo necesitaban, aunque esta pierde importancia considerablemente respecto de lo observado en enero. En contraste, aumenta la proporción de empresas que indica no tener capacidad para endeudarse o ya estar endeuda", explica el informe.
En tanto, las expectativas de las empresas apuntan a un deterioro de su desempeño, asociado principalmente "a la reducción de sus futuros niveles de venta. Asimismo, prevén una estabilización de sus precios, mientras que los costos seguirían al alza, aunque en menor cuantía que lo experimentado previamente".
Finalmente, se mantiene el porcentaje de empresas que espera que la inflación se ubique muy por encima de su nivel normal en los próximos doce meses, "lo que ha tenido efecto en el retraso o adelanto de algunas de sus decisiones", indica el instituto emisor.
