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Intervención de urgencia en Reino Unido: El plan del Gobierno que sacudió a mercados y llevó al Banco Central a actuar

El plan económico anunciado la semana pasada por la administración de Liz Truss provocó un huracán financiero, que llevó a la libra esterlina a rozar la paridad con el dólar y tocar su mínimo histórico en medio siglo.

29 de Septiembre de 2022 | 15:15 | Por Ignacia Munita C., Emol
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Liz Truss, primera ministra del Reino Unido.

EFE
Los mercados lo estaban pidiendo a gritos, hasta que finalmente el Banco de Inglaterra decidió intervenir. En un comunicado de urgencia, la autoridad monetaria británica aseguró que "no durará en cambiar los tipos de interés si lo considera necesario".

Y es que desde hace días la libra sucumbía -rozando la paridad con el dólar y cayendo a su mínimo histórico en medio siglo- ante la tormenta financiera que azota al gobierno de Liz Truss, inestable, aislado por el Brexit, y que se desató cuando las autoridades presentaron un programa fiscal para reactivar la economía, golpeada por la elevada inflación y al borde de entrar en recesión.

Un plan que fue una de las principales banderas que levantó Truss para ganar las elecciones del Partido Consevador británico del pasado 5 de septiembre, el cual contempla una importante reducción de impuestos en medio de una inflación de dos dígitos en la economía británica.

La estrategia presupuestaria anunciada el viernes pasado por la administración de la ultraconservadora apunta a un vuelco radical de la economía del Reino Unido, con el mayor recorte de impuestos en 50 años. En concreto, se trata de un proyecto paulatino para ejercicio 2023-2024, evaluado por los economistas entre 100.000 millones y 200.000 millones de libras (entre US$106.000 millones y US$212.000 millones).

De acuerdo al ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng, la propuesta apunta a estimular el crecimiento del país en base a tres principios: "Reformar el lado de la oferta de la economía, mantener un planteamiento responsable en las finanzas públicas y recortar impuestos".

El secretario de Estado también confirmó el apoyo a hogares y empresas frente a la espiral de las facturas energéticas, por un total de 60.000 millones de libras en los próximos seis meses.

Por otro lado, sumado a la supresión del alza prevista del impuesto de sociedades -dejando la tasa general en 19%-, también se anunció una rebaja del impuesto a la renta de los trabajadores un año antes de lo previsto; lo mismo con el aumento de 1,25% proyectado para los tributos de Seguridad Social; y el incremento de los impuestos sobre el alcohol.

Asimismo, se reducirá el impuesto de timbre en la compra de viviendas, se incorporarán medidas para reducir las restricciones de planificación del uso de suelo, y también aborda la creación de nuevas "zonas de inversión" con menores regulaciones para quienes constituyan empresas. ¿El objetivo? que la economía crezca un 2,5% al año, nivel que no se alcanza desde hace más de una década.

Las advertencias

Las medidas tienen por objeto evitar la recesión que, según el Banco de Inglaterra, ya inició, elevando la productividad, que había quedado rezagada respecto a otras naciones del G7. Con todo, los economistas temen que el paquete de medidas sea inasequible y desencadene una crisis monetaria.

"El Gobierno también parece dispuesto a pasar del conservadurismo fiscal a los esfuerzos por estimular el crecimiento económico a largo plazo. Dado que es poco probable que los recortes fiscales por sí solos consigan ese objetivo, nuestra preocupación es que el paquete mantenga la inflación por encima del 2% durante más tiempo y que las finanzas públicas se desplacen hacia una senda insostenible", advirtió Dan Hanson, de Bloomberg Economics.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que las propuestas, que llevaron a la libra a un mínimo histórico de US$1,0327 el lunes, se sumarían a una crisis de credibilidad después de que el Gobierno recortó los impuestos y aumentó el endeudamiento justo cuando el Banco de Inglaterra eleva las tasas de interés para hacer frente a la creciente inflación.

"Dadas las elevadas presiones inflacionarias en muchos países, incluido el Reino Unido, no recomendamos paquetes fiscales grandes y sin objetivos en esta coyuntura, ya que es importante que la política fiscal no funcione en contra de la política monetaria", señaló el Fondo.

Mientras que la agencia de calificación Moody´s, en un comunicado, expuso que los grandes recortes fiscales sin financiación eran "negativos desde el punto de vista crediticio" para Reino Unido, con el riesgo de un aumento estructural de los costos de financiación que podría debilitar la economía.

BoE interviene

Fue precisamente ante el huracán que la revelación de este programa desató en los mercados que el Banco de Inglaterra (BoE) anunció el miércoles una intervención de urgencia en el mercado británico de obligaciones, comprando deuda del Estado "para restablecer las condiciones normales" en un contexto de muy fuerte alza de las tasas de interés de los bonos británicos.

"El Banco va a efectuar compras de obligaciones gubernamentales a largo plazo", afirmó el BoE en un comunicado, precisando que esta "operación será íntegramente financiada por el Tesoro".

"El Banco va a efectuar compras de obligaciones gubernamentales a largo plazo"

BoE
La libra se desplomó el lunes hasta un mínimo histórico de US$1,0350 y desde entonces sólo se ha recuperado ligeramente. El miércoles, menos de una hora después del anuncio de la intervención por el BoE caía 1,2%, hasta 1,0601 dólares.

Como reacción, las tasas de interés de las obligaciones a 30 años, que el miércoles por la mañana habían subido 5,14%, su máximo desde 1998, bajaron rápidamente a 4,47%. Las obligaciones a 10 años siguieron la misma tendencia, retrocediendo hasta 4,23% tras haber alcanzado un máximo desde 2008 a 4,59%.

Así las cosas, Truss salió a defender este jueves su plan económico al que calificó de "correcto", restándole importancia a la reacción negativa de los mercados financieros y la devaluación de la libra esterlina.

"Este es el plan correcto que hemos presentado. Se trata de garantizar que la gente llegue al invierno sin preocuparse por las facturas de combustible ultraelevadas", afirmó la primera ministra.

La representante de Reino Unido insistió además en la importancia de tomar medidas para mejorar los niveles de crecimiento de la economía, señalando que "si no lo hacemos, no conseguiremos los puestos de trabajo con salarios altos, no conseguiremos las oportunidades, no conseguiremos las inversiones que necesitamos ver en nuestro país".

El aumento de la inflación en todo el mundo desde principios de 2021 ha hecho más difícil que los gobiernos y los banqueros centrales presionen en la misma dirección. Mientras los primeros buscan ayudar a la población a capear la escalada de precios, cualquier ayuda que entreguen corre el riesgo de mantener las presiones inflacionarias más altas durante más tiempo.

El choque de políticas marca un nuevo revés en la relación entre las autoridades británicas y el BoE, que comenzó a deteriorarse en torno a la votación del Reino Unido para salir de la Unión Europea en 2016.
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