Para este miércoles estaba puesto en tabla del Senado la votación del TPP11, sin embargo, a solicitud de senadores de Apruebo Dignidad, en voz de Daniel Núñez (PC), se aplazó la discusión.
La votación de ayer se consideraba clave, porque todo indica que hay por lo menos 32 votos a favor del tratado -que requiere una mayoría simple-, lo que permitiría su aprobación y despacho del Congreso, en donde permanece hace casi cuatro años estancado.
Este letargo responde principalmente a la fricción que genera el acuerdo entre los dos bloques que sustentan la coalición de Gobierno: ahí los comunistas, frenteamplistas y regionalistas lo rechazan; mientras que el Socialismo Democráctico (PPD-PS, entre otros) lo respalda.
Ante esta divergencia, se optó por postergar la votación del instrumento, aunque el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), no descarta que ello podría producirse la próxima semana, si es que se mantiene la mayoría de las bancadas que están por acelerar el debate de la iniciativa, pese a la solicitud de aplazamiento de comité de AD.
Pero en medio de la discusión de si Chile debiese o no suscribir el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, personeros de La Moneda han entregado señales distintas respecto del curso del TPP11.
Así, por ejemplo, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha asegurado que el Ejecutivo "no va a entorpecer" la tramitación de la propuesta en la Cámara Alta. "Si el proyecto va a votación en Sala, el Gobierno no se va a oponer, no va a poner dificultad, no va a entorpecer ese proceso", recalcó en el marco de la visita presidencial a Nueva York.
Y en la antesala de la discusión de ayer, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, informó que si el acuerdo comercial es ratificado por el Senado, el Presidente Boric no lo publicará hasta resolver la negociación de las "side letters" -o cartas laterales- que se conversan con los otros países firmantes para modificar los mecanismos de resolución de controversias, a fin de resguardar los intereses nacionales ante posibles demandas de empresas privadas, según explicó.
El punto fue mencionado por su par de la Segpres,
Ana Lya Uriarte, quien comentó que "nosotros hubiéramos preferido que la votación del TPP11 se hubiera hecho cuando tuviéramos ya concluida la negociación de las 'side letters' o más avanzado de lo que lo tenemos en este momento", aunque marcó un matiz al señalar que el objetivo es solucionar el tema de la resolución de controversias en "un tiempo prudente".
"Trataremos que sea lo más rápido posible de manera de lograr en lo óptimo que entre en vigencia el TPP con los mecanismos de 'side letters' ya solucionado para que tengamos el resguardo", dijo.
Las "side letters" son un tipo de acuerdo complementario -que forma parte del contrato principal -y permite modificaciones. Si dos o más partes del tratado logran un consenso, se pueden acordar normas que no cubra el acuerdo, o bien presentarse cambios del mismo.
"Maniobra de entorpecer"
Esta estrategia de las autoridades ha suscitado diversas críticas, acusando que el Ejecutivo estaría entrampando el avance del TPP11, pese a lo esbozado por el ministro Marcel. En una carta publicada por El Mercurio, Hermann von Mühlenbrock, presidente de Pacto Global Chile, aseguró que "mientras sigamos fuera de la iniciativa de integración económica más importante del Asia Pacífico, seremos un país poco relevante".
En esa línea, expuso que "mucho se habla desde nuestra Cancillería de 'Política de Estado' cuando resulta conveniente, pero qué mejor ejemplo que el TPP11 negociado durante cuatro administraciones distintas. Sin embargo, el actual Gobierno ha optado por seguir en los últimos meses corrientes en su coalición que buscan dilatar la discusión de manera inverosímil, causando estupor en nuestros socios comerciales, que antes nos veían como líderes en un tema que ahora llevamos como vagón de cola".
"El último argumento dilatorio pareciera ser el de las 'side letters' en una estrategia tardía, lanzada solo después del Plebiscito del 4 de septiembre y respecto de las cuales no existe ningún horizonte de plazo, ni cuántas se considerarán como 'aceptables' por el Gobierno", apuntó von Mühlenbrock
José Antonio Viera-Gallo, abogado y ex ministro del primer gobierno de Michelle Bachelet, escribió una misiva al mismo medio, en la que subraya que "sería oportuno que el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales (José Miguel Ahumada) explicara con claridad en qué se diferenciaría el sistema de solución de controversias propuesto en las últimas 'side letters' (acuerdos complementarios) enviadas a los 10 países miembros del TPP11, respecto del establecido en el capítulo 9 sección B de dicho tratado y al contemplado en los tratados bilaterales de libre comercio y protección de inversiones existentes entre Chile y esos países".
"Si es que el Gobierno condiciona la ratificación a la respuesta de las side letters, que podría tomar un semestre fácilmente, creo que es una maniobra de entorpecer la tramitación misma del TPP11, porque se pueden llevar en paralelo, sin ningún problema"
Carlos Smith, docente investigador del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo
"Es de suponer que se trataría de una diferencia sustancial como para justificar una demora en la ratificación del TPP11 por parte del Gobierno, luego de una eventual aprobación en el Senado, como lo ha anunciado la ministra Vallejo aduciendo la defensa del interés nacional. Por su parte, el ministro Marcel ha declarado que el Gobierno no va a entorpecer la entrada en vigor del tratado", añadió.
Mientras que Andrés Delgado, abogado e investigador en Derecho Internacional de la Universidad Autónoma remarcó que "la dilatación de la tramitación del TPP11 es parte de un problema más grave que es el tiempo que toma la ratificación de los tratados en Chile".
"Una dilatación del proceso de ratificación de cuatro años en un acuerdo tan polémico no debiera ser extraordinario. Es más, no debemos olvidar que el Gobierno anterior, el cual apoyaba el TPP-11, fue incapaz de acelerar el proceso de ratificación en los cuatro años anteriores", acotó.
El académico del Instituto de Economía UC, Rodrigo Fuentes, aseguró que "el Ejecutivo estaría entorpeciendo la tramitación del TPP11 si una vez aprobado por el Senado, el Presidente decide no suscribir el tratado hasta que no se aprueben las cartas bilaterales".
"Esto sienta un muy mal precedente, ya que el TPP11 fue impulsado por Chile bajo la presidencia de Bachelet y este tipo de tratados constituyen una política de estado que vas más allá del gobierno de turno", añadió.
Por su parte, Carlos Smith, docente investigador del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, manifestó que "si es que el Gobierno condiciona la ratificación a la respuesta de las 'side letters', que podría tomar un semestre fácilmente, creo que es una maniobra de entorpecer la tramitación misma del TPP11, porque se pueden llevar en paralelo, sin ningún problema".
"Es una mala señal que se siga dilatando esto, porque está muy claro que los detractores a esto han esparcido una cantidad de noticias falsas o mitos alrededor de él que se han ido cayendo en el tiempo, porque cuando uno lee el tratado se da cuenta que los beneficios son mucho mayores que los costos asociados", deslizó.
Finalmente, Rodrigo Saens, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, planteó que "la estrategia utilizada por la Cancillería no tiene mayor sustento técnico, es sólo una estrategia dilatoria. Poniéndose en el mejor de los casos en que las cartas bilaterales fueran aceptadas rápidamente por los demás países miembros del acuerdo internacional, cosa que dudo, Chile seguiría sujeto a tribunales y mecanismos de resolución de controversias Inversionista-Estado", concluyó.