La opinión de los expertos |
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Que fortalezca el concepto de ser un sistema mixto me parece bien, en parte porque la PGU, que ha jugado un rol importante, tiene una restricción clara, que es que el Estado está con muchas demandas por gastar en otras áreas y no encuentra recursos para hacerlo, y ha habido dos reformas tributarias que han dado mucho menos de lo que se pensaba. Entonces, generar un sistema alternativo, que permita financiar las pensiones de mejor forma, e irlas actualizando a través del tiempo, me parece que es algo importante. Me preocupa la gestión del 6%, hay que distinguir el rol del Estado gestionando el 10,5% y gestionando el 6%. Van a ser estrategias de inversión distintas, porque el primero va a haber libertad de elección, la gente se va a poder mover, en el segundo no. Y, por lo tanto, el tipo de instrumento al que se va a poder acceder en el 6% son distintos del tipo de instrumentos que se va a poder acceder en el 10,5%. Creo que lo que corresponde, y es más seguro para la economía, es que esa enorme cantidad de recursos que van a haber del 6% de aquí a veinte o treinta años más, sea el Estado el que defina políticas de inversión que tenga que ver con lo que requiere la población chilena para ir fortaleciendo su sistema de pensiones, pero que la gestión esté derivada en privados y se hagan licitaciones de empresas que sigan con mayor probabilidad esa política de inversión que se defina estatalmente. |
Hay muchos aspectos que no comparto de la propuesta, pero la idea general es que no me parece apropiado hacer un cambio tan radical del sistema de pensiones. Nada queda como es hoy, y creo que tenemos malas experiencias con cambios que intentan partir de cero con una política pública. La prudencia recomienda hacer cambios paulatinos y graduales, de tal forma de ver si se cumplen los objetivos que se buscan. Por otra parte, no se están enfrentando las dos causas principales de las bajas pensiones: la elevada informalidad laboral y la edad de jubilación. Se llega al absurdo de igualar las tablas de mortalidad para hombres y mujeres, pero sin igualar, ni siquiera en forma muy gradual, las edades de jubilación. Desde el punto de vista político, una reforma tan radical tiene una chance muy baja de ser aprobada. Sería entonces el tercer gobierno consecutivo que fracasa en implementar una reforma previsional. Se corre el riesgo de que sólo se apruebe el aumento de la PGU, lo que nos deja en la práctica con un sistema esencialmente de reparto, financiado con impuestos generales, con una participación muy baja de un sistema de ahorro, que necesitamos en forma urgente profundizar. Cecilia Cifuentes, economista y profesora ESE Business School de la Universidad de Los Andes. |
Rescato de la reforma previsional presentada por el Gobierno que es una propuesta técnica, bien pensada, que ofrece bases para llegar a acuerdos que son necesarios. No podemos seguir repitiendo la práctica de que cada Gobierno presente una propuesta y el Parlamento la bloquea o la rechaza. Es una búsqueda de equilibrio entre capitalización individual y componentes solidarios. En lo personal, no veo necesidad de separar la administración de cuentas de la administración de los fondos del portafolio. Creo que, de cara al cliente, se pueden generar dificultades en el servicio sobre coordinación muy importantes. No es claro quién va a administrar las cuentas, ni si va a tener competencias técnicas para poder hacerlo de manera adecuada, y discrepo de que esto vaya a significar un ahorro de costos sinificativo para los usuarios. Más bien veo un riesgo que un beneficio. Es lo que simbólicamente le permite a algunos actores políticos decir que este es el fin de las AFPs, y, por lo tanto, pareciera que esa propuesta tiene más que ver con satisfacer esa consigna, o esa visión, que una razón técnica que busque resolver un problema que hoy día existe. |
La iniciativa del Gobierno era fundamental, y la propuesta establece el tablero sobre el cual se va a hacer la discusión, era muy importante que esto ocurriera, y por lo tanto destaco eso. Destaco y espero que, efectivamente, podamos contar con todos los detalles del proyecto la semana que viene, incluyendo el informe técnico y financiero, también el de productividad. Eso es muy importante. En específico, respecto a los anuncios que se hicieron, creo que también el enfoque se basa por un lado, en el acuerdo que hay en la importancia que tiene la PGU, el Gobierno propone fortalecerla aun más, es necesario incrementar las cotizaciones, y eso me parece que es lo que está ocurriendo (...). Destaco también el hecho de que el Gobierno haya implementado un proceso de diálogo previo, y creo que ahí eso es clave para que pueda tener éxito hacia adelante. Los aspectos preocupantes son más bien en orden de conocer más los detalles. Hay un montón de preguntas: estas cuentas 'personales' versus las cuentas individuales, ¿se van a capitalizar los recursos? ¿Cómo se va a comparar la evolución? ¿Va haber rentabilidad asociada?. Hay mucho que explicar. El otro aspecto que me preocupa y que es importante responder es que hay que justificar toda esta arquitectura que se está haciendo para ver si, efectivamente, es necesario, dado que tenemos la PGU y ésta ya aumenta las pensiones de los actuales pensionados. ¿Por qué se necesita? ¿Cuánto se necesita? Se tiene que justificar de alguna manera el hecho de que haya transferencia, solidaridad en la cotización. El otro elemento que habrá que discutir, es cómo en este nuevo sistema de pensiones vamos a proteger al sistema de pensiones de los retiros, no hay ninguna palabra sobre el tema. Espero que haya algo tal vez en el proyecto de ley, creo que se requiere una institucionalidad que proteja los ahorros de las tentaciones múltiples que habrán en el sistema político, entre los diputados y diputadas y los Gobiernos de turno, de ir con retiros populares de fondos. Se requiere mucho detalle sobre las transiciones, para ver efectivamente cómo va a funcionar y cómo se van a proteger los ahorros, esos US$250 mil millones que están hoy en las cuentas individuales si es que se va a hacer cambio en las instituciones. Se está hablando cambiar las funciones, bueno, cómo se pasa de las instituciones antiguas a las nuevas y cómo se hace aquello para que los ahorros previsionales no se vean afectados. |
Me parece que el objetivo de terminar con las AFPs per sé es un objetivo que no sé si le trae beneficios a las personas. En cambio, modificar la industria para tener mejores pensiones, para poder tener más eficiencia, para que el sistema sea más transparente, para que haya más competencia, me hace mucho más sentido. ¿Puede ser que lleguemos al mismo resultado? Puede ser, pero la forma, el punto del que uno parte, creo que debe ser siempre mirando las personas que van a ser finalmente las beneficiadas de las pensiones. Los lineamientos que se han planteado hay que ver muy bien cuál va a ser la bajada de cada uno de ellos, para ver si realmente le conviene a las personas. (Radio Pauta) |