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Golpe económico de la ola de calor: Gremios advierten impacto en cultivos y mayor consumo energético por altas temperaturas

Diversos representantes de los sectores del comercio, turismo y agrícola analizaron los efectos económicos que los eventos de altas temperaturas implican para el país, ad portas del inicio de la temporada estival.

15 de Diciembre de 2022 | 08:01 | Por Ignacia Munita C., Emol
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El Mercurio
Pese a que el verano -quizá una de las épocas más anheladas- inicia oficialmente el próximo 21 de diciembre, la ola de calor que afecta a Chile ha ido creciendo con el paso de los días, acumulando temperaturas por sobre los 30ºC por varias jornadas consecutivas, un panorama que se espera se repita en lo que resta del mes y la temporada estival.

Viajes a la playa, piscinas, heladerías, parques con vegetación y zonas sombreadas fueron parte de las alternativas ideales para hacer frente a lo que se vivió la tarde de este domingo, que se coronó como el día más caluroso en lo que va del año y también el primero de 2022 en que se superó la barrera de los 35ºC en varias zonas del país.

Pero este escenario no sólo pone a prueba la resistencia del organismo, sino que también el crecimiento económico, considerando que los trabajadores de industrias expuestas al clima estival, como la construcción, deben ajustar sus turnos cuando hace más calor. A esto se suma el hecho de que el rendimiento de la agricultura disminuye bruscamente cuando los termómetros se disparan, mientras que el consumo de energía aumenta por el uso de aires acondicionados y otros equipos de refrigeración.

A este respecto, Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la U. Autónoma, resaltó que "si miramos el fenómeno desde una perspectiva de más largo plazo, podemos decir que un fenómeno persistente de olas de calor en los meses estivales puede traer efectos importantes en la actividad económica de un país. Por ejemplo, podrían darse efectos negativos en lo que es la agricultura y la actividad forestal. Pudiésemos tener daños importantes en cosechas, cultivos y producto de los incendios, pérdida importante y relevante de biodiversidad".

Lo que sí, apuntó que, producto de lo anterior, "se pueden intensificar los procesos de transformación económica apuntando hacia la utilización de energías más limpias. Por lo tanto, la señales para el mediano y largo plazo pueden ser precisamente en términos de modificar la matriz de generación de energía de una manera más decidida".

Comercio

Consultada por los efectos de la ola de calor en el sector comercio, la gerenta de estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), Bernardita Silva, aseguró a Emol: "hemos visto un aumento en la demanda por ventiladores y aparatos de aire acondicionado, tanto en el canal físico como digital, este último puede ser más fuerte dado que facilita la comparación de precios, junto con una mayor variedad y acceso a mejores ofertas".

Sector agricultura y frutícola

El aumento anómalo de las temperaturas se ha vuelto cada vez más recurrente, lo que afecta unas serie de procesos bioquímicos relacionados con el óptimo funcionamiento de los cultivos, que ven severos efectos en su producción y se suma a la crisis hídrica que el país arrastra hace más de una década.

Sobre esto, Francisco Gana, jefe del departamento de estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), señaló que "los principales impactos que hay en el sector agrícola producto de la ola de calor varían dependiendo de la zona y los productos".

En esa línea, Gana mencionó que con el aumento de las temperaturas: "se puede dar una mayor proliferación de plagas en diversas especies; se debe regar con mayor frecuencia, lo que podría afectar a los agricultores que tienen menor disponibilidad de agua; se puede producir adelantamiento de la cosecha, generando complicaciones en la mano de obra que ya está programada".

Recalcó además que ciertas frutas -como ciruelas, cerezas, nectarines, uva de mesa, lechuga y tomates- y hortalizas se pueden deshidratar, lo que reduce su tamaño, y de paso, su valor comercial.

"Los crianceros deben tomar medidas extraordinarias para evitar que los animales se deshidraten, asegurándose que tengan suficiente agua para beber y manteniéndolos en lugares donde reciban sombra", acotó Gana.

En tanto, Iván Marambio, presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), sostuvo que "la ola de calor podría significar reprogramar los horarios de las cosechas para evitar las horas de mayor temperatura, lo cual, forma parte del margen de reprogramación".

A modo de ejemplo, indicó que ello implicaría "replanificar las actividades a fin de evitar la exposición a las altas temperaturas de los trabajadores y también de la fruta. Por otra parte, se hace necesario movilizar más rápido la fruta desde el campo a las zonas de proceso para resguardar su condición. Asimismo, se deberá usar una cantidad mayor de energía para enfriar la fruta".

Jorge Valenzuela, presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), por su parte, manifestó que "en las zonas donde no hay problema de agua, se están tomando medidas agronómicas, el uso de bloqueadores solares, el uso de arcillas que disminuyen la transpiración, así como también las frecuencias y los tiempos de riego han ido modificándose hasta que esta ola de calor baje".

Mientras que Víctor Catán, presidente de la Asociación de Agricultores de Los Andes, expuso que "las frutas todas están siendo perjudicadas, y no solamente las frutas, también hortalizas y algunos otros cultivos. Nuestra zona está con serios problemas, producto de la sequía, pero además de resoluciones bastante injustas de la Dirección General de Aguas, que no ha dispuesto de manera permanente las secciones aguas abajo".

"Nos deja sin herramientas para poder enfrentar este tipo de circunstancias, esta ola de calor, y por lo tanto, la fruta se está viendo tremendamente dañada, sumado a la falta de riego que tienen. Estamos entregados única y exclusivamente a la suerte y algunos burócratas que no han querido escuchar a la junta de la primera sección del río Aconcagua", añadió Catán.

Turismo

Ahora bien, miles de personas se volcaron a diversas playas del país, especialmente las ubicadas en la zona central, para escapar de los eventos de las altas temperaturas, fenómeno que podría resultar beneficioso para la industria turística local.

"La ola de calor podría significar reprogramar los horarios de las cosechas para evitar las horas de mayor temperatura, lo cual, forma parte del margen de reprogramación"

Iván Marambio, presidente de Asoex
Sobre este punto, Helen Kouyoumdjian, presidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur) dijo que una de las opciones más atractivas para alejarse de las altas temperatura es "es yendo a lugares o destinos que tengan una temperatura más templada, como la costa, o lugares donde se puedan refrescar, ya sea por el día o por el fin de semana. Ahora, todo eso depende de la disponibilidad de tiempo y recursos que tengan las personas para buscar opciones de salir a esos lugares y hacer turismo".

En ese contexto, dijo que "en general, en los meses de temporada alta -diciembre a marzo- las personas se programan para salir de vacaciones, con fechas bien definidas, por lo que las olas de calor que puedan registrarse no van a variar necesariamente esa programación".

"Lo mismo ocurre con las fiestas de fin de año, donde las personas definen con anticipación qué harán, considerando que un número importante de ellos determina iniciar sus vacaciones tras la celebración de año nuevo", agregó Kouyoumdjian.

En ese sentido, precisó que "las olas de calor pueden significar más bien mayor asistencia a piscinas públicas, o escapadas por el día, o fin de semana, según las posibilidades que tengan las personas de hacerlo durante estos meses, además de las vacaciones que tienen programadas".
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