Si bien Chile, dentro de América Latina, es uno de los países con mejores indicadores de formalidad, el aumento de la informalidad laboral en el último tiempo se ha posicionado como un grave problema que deberá enfrentar la economía nacional en 2023.
Expertos prevén que el ajuste de la economía podría generar pérdida de trabajos formales y la crisis sanitaria por covid-19 ya nos demostró la magnitud de la desprotección que enfrentan los trabajadores que no cuentan con cotizaciones de salud ni previsión social.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre julio-septiembre de 2022, la tasa de ocupación informal alcanzó el 27,1%. Específicamente la población ocupada informal creció 3,7%, equivalente a 85.870 personas.
Esta inquietud se asienta en medio de grandes reformas sociales y económicas que el Gobierno está impulsado al interior del Congreso.
Se trata específicamente de la reforma tributaria, previsional y el proyecto de 40 horas - iniciativas emblemáticas de la administración Boric – que podrían impactar en la empleabilidad.
El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes, advirtió que el paquete de medidas que está impulsando el Ejecutivo amenazan el empleo formal.
Sobre esto, José Valenzuela , investigador de Clapes UC y experto en temas laborales, indicó que "la tasa de informalidad está fluctuando alrededor del 26%, lo cual corresponde a casi 2.5 millones de trabajadores".
Sobre las proyecciones para el próximo año, sostuvo que "hay bastante evidencia que muestra que en periodos de recesión económica, como el que se prevé para el próximo año, aumenta la tasa de informalidad laboral. Esto porque, por un lado, las empresas del sector formal se ven más restringidas en cuanto a sus procesos de contratación, lo cual disminuye las probabilidades de encontrar trabajo en el sector formal, y por el otro, hay una considerable proporción de empleos destruidos por los efectos que generan las recesiones en las empresas del sector formal".
Sobre la serie de reformas que están en manos de los parlamentarios, Valenzuela dijo que para mitigar los efectos en destrucción de empleos "hay que aplicarlas de forma gradual".
Otra forma es "impulsar políticas de mercado laboral que aumenten su flexibilidad, y con esto, se afecte de forma positiva la productividad del trabajo", dijo.
En esa línea, agregó que "se requieren medidas que estimulen el crecimiento y no seguir elevando los costos de la contratación formal. También debe haber un foco en capacitación y educación, porque la probabilidad de tener un empleo formal es mayor a mayor nivel de educación".
Lorena Flores, directora ejecutiva del Centro de Microdatos FEN U. de Chile, indicó que "la reforma que puede tener un impacto en aumentar la informalidad es la reforma previsional porque se transforma en un descuento mensual que hace que el costo sea mayor".
Sin embargo, aseguró que "hay que ir monitoreando la situación, esto no quiere decir que no se puedan hacer reformas previsionales".
Por su parte, Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, dijo que las reformas podrían traer "efectos mixtos".
En ese sentido, "la reforma previsional yo veo posible que efectivamente disminuya la informalidad por los incentivos a cotizar para obtener mayores pensiones, pero con un potencial incentivo para subcotizar. Por otro lado, el encarecimiento del trabajo formal puede tener algún efecto negativo en la formalidad", dijo Mella.
Para enfrentar esta situación, indicó que lo más imporante es "educar a las personas sobre la importancia de la formalidad, destacando sus beneficios en salud, pensiones, seguro de desempleo, indemnización, etc".
Al mismo tiempo, señaló que hay que hay"“focalizar los esfuerzos" en la fiscalización. Que a su parecer, es "bastante baja".
