Santa Cruz, la mayor región y motor económico de Bolivia, lleva casi dos semanas de protestas en rechazo al encarcelamiento de su gobernador, el opositor Luis Fernando Camacho, acusado dentro del caso "golpe de Estado I" por los hechos registrados durante la crisis de 2019 que derivaron en la renuncia de Evo Morales a la presidencia.
Esto, luego de que el ex Mandatario denunciara ser víctima de un "golpe de Estado", en medio de denuncias de fraude electoral a su favor en los fallidos comicios de ese año.
Centenares de personas han expresado su rechazo al secuestro de Camacho por parte de las fuerzas represoras del gobierno de Luis Arce en algunos barrios de la ciudad más poblada de la nación vecina, con casi 2 millones de habitantes. Bloqueos de carreteras para impedir el envío de alimentos al resto del territorio y vigilias para frenar el funcionamiento de las entidades estatales nacionales son algunas de las medidas en contra del encarcelamiento del gobernador.
De hecho, hasta ayer la autoridad boliviana de carreteras registraba más de diez puntos de cortes en rutas, lo que ha derivado en extensas filas de camiones varados, complicando el envío de productos hacia el resto de las regiones.
Los comités cívicos, que siempre han constituido una fuerza muy influyente en el sector, y suelen ser la piedra en el zapato de los gobiernos en La Paz, incluso convocaron para mañana una nueva jornada de protestas, que podría emular lo ocurrido el año pasado, cuando la ciudad se paralizó por 36 días debido a una disputa por el censo nacional.
El 30% del PIB boliviano
Lo que sí, el conflicto en Santa Cruz no es menor, ya que la región significa el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) boliviano, además de que genera el 76% de la producción agrícola del país y el 85% de las agroexportaciones.
Junto con ello, en dicha zona se encuentra parte de la exploración de gas y cuenta con un sector financiero comercial sumamente grande, por lo que "desde varias perspectivas, Santa Cruz se convirtió hace varios años en la locomotora del desarrollo", como lo fueron en su momento Potosí o La Paz, según indicó a EFE el analista económico Gonzalo Chávez.
Por lo mismo, ante las manifestaciones en Santa Cruz y las advertencias de grupos oficialistas para confrontarlas, Chávez señaló que se trata de "una guerra política suavemente compleja y difícil que le está serruchando el piso a la a la economía" en un momento de "serios problemas" que no son recientes.
En ese sentido, Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), comentó que "si le va mal a Santa Cruz, lamentablemente, le irá mal a Bolivia", considerando que la economía cruceña es la que más ha crecido en los últimos veinte años, llegando a superar en hasta dos puntos porcentuales el promedio nacional en algunas ocasiones.
Añadió que la conflictividad en la "locomotora del desarrollo nacional" pesará en contra de crecimiento económico "afectando la generación de empleo" formal y la generación de divisas.
Datos relevantes
Según información del IBCE, Santa Cruz alcanzó los US$2.046,8 millones por concepto de exportaciones en 2020, y contribuye con el 30% del PIB nacional.
Esta tierra se caracteriza por ser la ciudad de las oportunidades, ya que ciudadanos de diversas regiones del país migran a ella. Asimismo, muchos de ellos se hacen presentes en la región oriental en el mes de septiembre por su evento empresarial que congrega a todo el país, la Expocruz.
En concreto, Santa Cruz es la zona de mayor población económicamente activa, la que genera una mayor recaudación tributaria, y produce el 72% de los alimentos para todo el país.
La Cámara de Exportaciones, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (Cadex) calificó el 2022 como un año en que se batieron las cifras de exportación, con más de US$12.000 millones en envíos generales de Bolivia, y más de US$47.000 millones en exportaciones desde Santa Cruz, que equivalen a un 35%.