El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami),
Jorge Riesco, se refirió a la decisión del Comité de Ministros de rechazar el proyecto minero-portuario Dominga, iniciativa que involucra una inversión de US$2.500 millones y busca emplazarse en la Región de Coquimbo.
Este miércoles la instancia liderada por la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, acogió una serie de reclamaciones en contra de su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), y en forma unánime, rechazó el proyecto ligado a la empresa Andes Iron.
"No nos sorprendió, se esperaba, era muy difícil que Comité tuviera una decisión distinta al Presidente, pero existe sensación de desazón e inconformidad", afirmó Riesco al ser consultado por el tema en entrevista con
EmolTV.
A su juicio, "había formas de viabilizar el proyecto que no se tomaron, y eso nos provoca desazón porque nos hace dudar de que podamos tener otros casos similares. En ese caso era casi una consigna del Gobierno".
"Hay algo en el sistema que no funciona si es que tenemos que estar con estos vaivenes", acusó Riesco, resaltando que "si tuviéramos la certeza de la afectación a la zona, obviamente uno respaldaría la decisión, nadie está por producir esos efectos. Lo que pasa es que estos efectos no están acreditados".
"Está bueno ya que tomemos el toro por las astas, y realmente produzcamos un sistema que dé certeza para los proyectos", recalcó el titular de Sonami.
A propósito del inédito robo de doce contenedores con carga minera -avaluados en más de $3.000 millones- desde un recinto de almacenaje cercano al puerto de San Antonio que se registró la semana pasada, Riesco sostuvo que se trata de "robos a gran escala que no se puede creer que se estén produciendo en lugares que se supone tienen su propia seguridad o cierto resguardo. Estamos en un nivel de audacia de la delincuencia que es bastante preocupante".
"Nosotros proporcionamos todos los antecedentes a las policías y nos dicen que no hay nada que hacer. Hay un sentimiento de impotencia muy peligroso", apuntó, y deslizó que la situación "está llegando a un punto donde ya no es tolerable. Sin seguridad no hay forma de hacer cualquier actividad".