Intensas manifestaciones están sacudiendo a Venezuela, las cuales se podrían agudizar de no ver prontos anuncios por parte de las autoridades para hacer frente a la destrucción del poder adquisitivo de la población, ante una inflación que no da tregua.
Las protestas por los denominados "salarios de hambre" han sido protagonizadas principalmente por profesores, profesionales de la salud, jubilados y otros gremios han salido a las calles para presionar al régimen de Maduro y exigir mejores remuneraciones.
Esto porque
desde marzo pasado que el Gobierno no reajusta el sueldo mínimo de 130 bolívares, que al cambio actual equivalen a apenas unos US$6, mientras que el precio de la
canasta básica de alimentos se estima en unos US$370 según cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas,
que registró una inflación anual de 305%.
En esa misma línea, dirigentes acusan que un maestro puede recibir un salario mensual de apenas US$20 y un docente universitario entre US$60 y US$80.
Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación de Maestros de Venezuela, aseguró -según consignó El Mercurio- que "hoy el maestro está en pobreza crítica en Venezuela".
"Los artículos de primera necesidad están muy caros y el maestro tiene que comprar en dólares y gana en bolívares. Lo que gana es una miseria, puede cobrar entre 600 y 700 bolívares, esto es, entre 20 y 30 dólares mensuales, y eso no alcanza para cubrir la canasta alimentaria que ya está casi pisando los 500 dólares", señaló la dirigenta.
Asimismo, dijo que "muchos han abandonado las escuelas. Y otros están trabaiando en casas de familia o haciendo pasteles, buscando la vida para poder sobrevivir. Otros se ayudan con las remesas de los hijos que se han ido".
El retraso en las aumentos se debe a la estrategia de oficial de reducir el gasto público para frenar la inflación. Esa medida se ha acompañado con la limitación del crédito y el anclaje del tipo de cambio que lleva al Banco Central a colocar divisas en efectivo en la banca local.
Se trataría de las mayores protestas contra el Gobierno en años, las cuales tomaron fuerza este 2023 y ya se han extendido por todo el país.
Según constató EFE, durante las manifestaciones, venezolanos han destrozado y pisoteado bolívares mientras reclaman salarios dignos para permanecer en su país. Considerando que más de siete millones de venezolanos han salido del país en los últimos años.