Febrero suele ser el mes donde los tomadores de decisiones toman sus vacaciones, pero los expertos sugieren que antes de partir consideren medidas para evitar que ocurra delitos en sus empresas. Desde Grant Thornton Chile, comentan que en esta época “los ingredientes para preparar un “caldo de fraude” están más frescos que nunca en temporada estival”.
Edgardo Durán, socio del área Risk, Compliance & Forensic, comenta que en este tiempo las empresas se llenan de reemplazos, alumnos en práctica, etc. Por lo tanto, es “un periodo de controles laxos, con actividades críticas realizadas por personas sin tanta experiencia y en el que la segregación funcional suele aumentar, incrementando el riesgo de fraudes”.
El ejecutivo apunta que el mayor riesgo de que se produzcan ilícitos recae en los sistemas de procesos de pago, que pueden sufrir alteraciones. También, puede haber manipulación de estados financieros o un abultamiento ficticio de activos e ingresos.
Duran apunta que en digitalización, una técnica de manipulación que es común actualmente es el deepfake que, por un lado, se trata de una herramienta útil para las áreas de marketing de las empresas, porque ayuda, por ejemplo, a ampliar los mercados ejecutando acciones para adaptar piezas promocionales a cualquier idioma, o bien, logran que sus ejecutivos sean omnipresentes, al realizar “copias” de ellos y presentarlos a diferentes clientes en un mismo momento.
“No obstante, los defraudadores igualmente han aprovechado las facilidades que ofrece la tecnología del deepfake, para crear noticias falsas que afecten la reputación de personas y empresas”.
Qué hacer para enfrentar los riesgos
En el caso de que una empresa sea víctima de delitos cibernéticos, el ejecutivo de Grant Thornton Chile, explica que se debe reaccionar de forma inmediata. En ese sentido, sus recomendaciones son llevar un control detallado de cada movimiento de efectivo, así como de las respectivas transacciones contenidas en el libro mayor y las salidas financieras contenidas en las cartolas bancarias.
Luego, sugiere supervisar los pagos a cada acreedor, validando los cálculos y la eficacia de la operación. Después, Durán apunta que es importante identificar debilidades en el flujo del proceso y de los respectivos controles, a efectos de identificar mejoras.
“La conclusión es que hay que ser previsores. Por eso, pensando con holgura de tiempo, para las vacaciones de 2024 es bueno ir, desde ya, tomando precauciones para evitar que nuestra empresa sea víctima de un fraude”, finaliza el especialista.