El reciente colapso de Silicon Valley Bank (SVB), el decimosexto banco estadounidense por capitalización, destapó un terremoto en los mercados ante el temor por un eventual "contagio" financiero global.
El SVB, con sede en California, anunció el miércoles pasado que iba a buscar una ampliación de capital para afrontar sus dificultades financieras, que le habían llevado a deshacerse de inversiones por valor de unos US$21.000 millones.
El anuncio llevó a muchos clientes a retirar sus fondos, tras lo que los reguladores tuvieron que cerrar la entidad el viernes por falta de liquidez.
Sobre la materia fue consultado es martes el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien se refirió al impacto que la debacle del banco podría tener en el sistema financiero nacional.
"Es muy importante notar que este banco, particularmente Sillicon Valley Bank, por su tamaño, era un banco que no estaba sujeto en Estados Unidos a las normas de Basilea III", indicó Marcel.
Junto con ello, explicó que "aquí en Chile las normas de Basilea III, de acuerdo a la Ley General de Bancos que se aprobó ya hace algunos años, es aplicable a todos los bancos de la plaza, y por lo tanto, ese tipo de riesgos, afortunadamente, no los tenemos".
"Se ha ido avanzando en la implementación de esa normativa, así que eso es algo que nos da mucha tranquilidad", acotó el jefe de la billetera fiscal.
Basilea III es un conjunto de medidas acordadas internacionalmente que el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea desarrolló en respuesta a la crisis financiera de 2007-09.
El objetivo de dichas medidas es reforzar la regulación, la supervisión y la gestión del riesgo de los bancos. Entre otras cosas, propone a dichas entidades aumentar sus reservas de capital para protegerse de posibles caídas.