Las alarmas de caos bancario volvieron a sonar en Europa ester viernes, con el foco de las turbulencias del sector puesto esta vez en el gigante alemán Deutsche Bank, cuyas acciones se hundieron y registraron su mayor caída en tres años, contagiando, de paso, a las bolsas europeas de números rojos.
El banco, que ha protagonizado una recuperación en los últimos años tras una serie de crisis, fue el mayor perdedor entre las grandes acciones bancarias europeas el viernes tras anunciar un plan de recompra de deuda, una medida que normalmente se considera una señal de fortaleza.
Los analistas no lograron explicar la liquidación, mientras que el Banco Central Europeo, el canciller alemán Olaf Scholz y otros líderes europeos salieron a poner fríos al nerviosismo.
La acción de Deutsche Bank se desplomó durante la sesión más de un 13%, mientras que el también alemán Commerzbank llegó a retroceder un 10% al promediar las operaciones. Bancos británicos y franceses, al mismo tiempo, perdieron durante la sesión entre 6 y 8%.
Frente a esto, y en un discurso ante los líderes europeos, reunidos con motivo de una cumbre en Bruselas, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, aseguró que el sector bancario es "resiliente".
"El sector bancario de la zona del euro es resiliente, porque tiene fuertes posiciones en materia de capital y liquidez", expresó Lagarde,.
A su vez, el jefe del gobierno de Alemania, Olaf Scholz, aseguró que no había razón para preocuparse por la solidez del Deutsche Bank.
"El Deutsche Bank ha modernizado y organizado su forma de trabajar. Es un banco muy rentable. No hay razón para preocuparse", dijo Scholz al fin de la cumbre que, en su segunda jornada, i
ncluyó una discusión sobre la situación del sector bancario.
Scholz destacó que ahora se están viendo las ventajas de "haber tenido reglas estrictas y regulación por varios años. El sistema bancario es estable en Europa".
Por otra parte, el Instituto Alemán de Economía (IW) calificó de "amenazante" la situación del sector bancario, al tiempo que desaconsejaba operaciones de rescate como las de 2008, ya que las condiciones actuales son muy distintas a las de entonces.
Se crearon los instrumentos precisos para actuar ante un estallido de la burbuja inmobiliaria de entonces, apuntó el IW en un comuinicado, y los bancos disponen de un volumen de capital propio que no tenía hace 15 años.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, señaló que "los fundamentos de los bancos europeos son sólidos. La zona del euro es la región donde los bancos son más fuertes".
Mientras que para el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, "los fundamentos esenciales de la red bancaria y la supervisión en el bloque nos dan absoluta claridad de que los bancos europeos son muy seguros".
Rutte destacó "el papel del Banco Central Europeo y de los demás que están involucrados en asegurarse de que el sector bancario esté bien controlado".
"Ahora vemos como es importante que hayamos tomado tantas medidas", señaló.
En tanto, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, destacó que la acción coordinada de los países del bloque ha permitido "fortalecer la resiliencia del sistema bancario europeo".
Lagarde reiteró que el BCE está "plenamente preparado para facilitar liquidez al sistema financiero de la zona euro, si es necesario".