El Banco Central publicó este miércoles su primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, en el cual
revisó al alza su proyección de crecimiento del PIB en 2023, ubicando el rango entre -0,5% y 0,5%, versus la caída de -1,75% y -0,7% prevista en diciembre pasado.
Eso sí, el ente rector redujo su estimación de crecimiento para 2024, y espera que la actividad se expanda entre 1% y 2% (en el IPoM anterior la variación vaticinada era de entre 2% y 3%). Para 2025, en tanto, prevé que el PIB aumente entre 2% y 3%.
La corrección para este ejercicio, señaló la entidad presidida por Rosanna Costa, "responde principalmente a la menor velocidad de ajuste del consumo a fines de 2022 y las sorpresas al alza de inicios de 2023".
Sobre el consumo privado, indicó que "continuará ajustándose en lo venidero. Comparado con diciembre, esta parte del gasto tendrá una caída menos marcada en 2023 y un alza más moderada en 2024. La proyección considera mayores holguras en el mercado laboral, coherente con el desempeño previsto para la economía".
A su vez, mencionó que se "contempla una mayor incertidumbre producto de la situación externa y una política monetaria local que se mantendrá restrictiva por más tiempo. El acceso al crédito implicará una restricción al consumo superior a la de trimestres previos, en línea con una carga financiera y morosidad de las familias que ha aumentado con rapidez en los últimos trimestres, especialmente en hogares de menores ingresos".
"Esto se dará en un contexto de condiciones financieras internacionales más restrictivas", añadió.
Inflación y tasas
Sobre la inflación, el Banco Central elevó sus estimaciones para este ejercicio, proyectando que seguirá reduciéndose en los trimestres venideros y convergerá a la meta de 3% en la última parte de 2024.
Así, la autoridad monetaria espera que la escalada de precios termine el año en curso en 4,6% anual -superior al 3,7% previsto en el IPoM anterior- .
"La corrección se origina en los mayores niveles de inflación de los últimos meses -particularmente su componente subyacente-, la menor velocidad de ajuste del consumo y una brecha de actividad que se cierra más tarde que lo previsto. En este escenario, la inflación subyacente supera a la estimación previa y alcanzará variaciones anuales del orden de 3% solo hacia fines del horizonte de proyección", indicó el Central.
"La convergencia de la inflación a la meta de 3% sigue considerando que la economía debe ajustar los elevados niveles de gasto que alcanzó en 2021 y 2022", deslizó.
Por otro lado, respecto a la política monetaria, el instituto emisor plantea que "será necesario mantener la TPM en 11,25% hasta que el estado de la macroeconomía indique que el proceso de convergencia de la inflación a la meta de 3% se ha consolidado. De acuerdo con el escenario central de este IPoM, esto tomará más tiempo que lo previsto en diciembre".
"La corrección se origina en los mayores niveles de inflación de los últimos meses -particularmente su componente subyacente-, la menor velocidad de ajuste del consumo y una brecha de actividad que se cierra más tarde que lo previsto. En este escenario, la inflación subyacente supera a la estimación previa y alcanzará variaciones anuales del orden de 3% solo hacia fines del horizonte de proyección"
Banco Central
"Para la consolidación de la convergencia inflacionaria, entre otros factores, se debe considerar la resolución de los desbalances que han afectado a la economía en los últimos años, incluyendo una desaceleración relevante del consumo, una brecha de actividad que transite hacia valores negativos y una inflación subyacente que muestre una clara tendencia a la baja", acotó.
"Los riesgos que enfrenta la economía chilena siguen siendo muy relevantes. Por un lado, la evolución del escenario externo requiere de un monitoreo constante. En un escenario de disrupción significativa de las condiciones financieras globales, es de esperar un deterioro importante de la economía mundial y local, lo que conllevaría una convergencia más rápida de la inflación y sería coherente con reducciones de la TPM más abruptas que las señaladas por el borde inferior del corredor de la TPM", subraya en el IPoM el Banco Central.
Sistema bancario
En relación a las turbulencias que se gatillaron en el sistema financiero global tras el colapso de Silicon Valley Bank (SVB), en Estados Unidos, la entidad expone que "el grado de incertidumbre respecto de la evolución de la situación financiera es significativo. Las autoridades de los países involucrados rápidamente adoptaron decisiones para contener el impacto de estos episodios. Destacan las acciones coordinadas entre los bancos centrales para cautelar la provisión de liquidez en los mercados".
"La banca privada también ha realizado esfuerzos, particularmente en EE.UU. Sin embargo, persiste el nerviosismo en los agentes de mercado y una alta volatilidad", añade.
No obstante, asegura que "el sistema bancario chileno está sometido a una regulación y supervisión robusta, las que previenen que se produzcan situaciones como las que detonaron el actual episodio de incertidumbre en la banca internacional".
Otras proyecciones
Sumado a lo anterior, se proyecta que la inversión, medida como Formación Bruta de Capital Fijo, registrará una caída de 2,9% en 2023, por debajo del retroceso de 5% estimado en el informe anterior.
Con todo, el Central advirtió que la inversión "seguirá mostrando un débil desempeño este año y el próximo. Esta estimación incorpora un escenario externo más deteriorado, una mayor incertidumbre global y condiciones financieras que seguirán siendo restrictivas".
Por el lado fiscal, el instituto emisor apuntó que "el déficit de la cuenta corriente seguirá disminuyendo, con lo que llegará a valores del orden de 4% del PIB para fines de este año. La continuación del reequilibrio entre ahorro e inversión será determinante en este resultado. Para 2024 y 2025 se anticipan déficits de similar magnitud".
En el escenario central, la cuenta corriente tendrá un déficit de 4,0% en 2023 -menor a la contracción de 4,9% anticipada en diciembre-, cifra que descenderá a 4,1% en 2024, y volverá a anotar una baja de 4,0% en 2025.
Respecto a los precios de las materias primas claves se prevé una trayectoria al alza respecto a los niveles actuales, al menos, para el cobre. De esta forma, para el metal rojo se anticipan precios promedio de US$3,85 y US$3,65 la libra para este y el próximo año.
Caso contrario ocurre con el petróleo, pues se vislumbra que su valor se ubique en torno a US$70 el barril para el mismo lapso.