Una seguidilla de postergaciones han marcado la tramitación de la reforma previsional, el temor a que se eternice la discusión es latente y es inevitable no pensar en los dos proyectos fallidos anteriormente. Sobre todo, cuando la coyuntura social y los tiempos políticos no han hecho expedito los primeros pasos de la gran modificación al sistema de pensiones comprometido por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Al volver atrás,
hay diferentes hitos que han ido incidiendo en el retraso del proyecto. La iniciativa iba a ser ingresada al Congreso en agosto del 2022, sin embargo, el Ejecutivo tomó la decisión de retrasar el anuncio para no incidir en los resultados del plebiscito de salida de la propuesta constitucional.
El rechazo al documento presentado por los constituyentes golpeó fuertemente al Gobierno y lo dejó en una situación muy difícil para negociar. A la espera de que los ánimos se disiparan, la reforma al sistema previsional fue presentada el país recién el 3 de noviembre del 2022.
Ad portas del inicio del receso legislativo, el Ejecutivo anotó el primer logro de su reforma. A pesar de la negativa de la oposición, se aprobó la idea de legislar al interior de la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, con el compromiso de conformar una mesa transversal para contribuir con mejoras al proyecto. Originalmente, el plazo final era el 31 de marzo y luego, poder comenzar la discusión en particular.
Sin embargo, el escenario cambió y un nuevo remezón azotó al Gobierno el 8 de marzo de este año: la derrota de la reforma tributaria. La situación dejó al descubierto la necesidad de generar mayorías con las distintas fuerzas que hay en el Poder Legislativo y se transformó en un traspié que no se puede volver a repetir.
Cinco días después, se instaló la mesa de trabajo para avanzar en acuerdos en materia previsional, de la cual se bajaron las bancadas de Chile Vamos y el Partido Republico y hasta el día de hoy no forman parte.
Aquellos que sí han participado aseguran que ha sido una instancia positiva donde se han levantado los aspectos donde se pueden realizar adecuaciones al proyecto original.
El gran acuerdo es el concepto de solidaridad y la gran discrepancia, las polémicas cuentas nocionales.
Ahora, un nuevo obstáculo tendrá que sortear la reforma. Las elecciones del Consejo Constitucional del próximo 7 de mayo tiene las conversaciones congeladas entre el Gobierno y la oposición, y estas recién se retomarían después de los comicios.
Según fuentes al interior del Gobierno, entre junio y julio se prevé llegar a un documento de consenso entre las fuerzas oficialistas y la oposición, una vez que se calmen los ánimos post elecciones.
Mientras tanto, Chile Vamos sigue trabajando en la propuesta que le presentará al Gobierno, pero voces al interior de la coalición aseguran que antes, el Ejecutivo debe llegar a un acuerdo con el mundo oficialista y zanjar las diferencias que hay entre ellos. Una vez que eso ocurra, la oposición entrará a negociar directamente con el Gobierno.
Por su parte, la bancada del Partido Republicano aseguró a través de su jefe de bancada, Benjamín Moreno, que "primero tienen que ver la propuesta del Gobierno, no sacamos nada con sentarnos a una mesa negociar si es que ellos esperan impulsar una reforma de pensiones que es una estatización en cubierta y una expropiación de los fondos de los trabajadores". Posteriormente, aseguran que colaborarán con indicaciones y propuestas para sacar adelante una reforma de pensiones.
"No sacamos nada con sentarnos a una mesa negociar si es que ellos esperan impulsar una reforma de pensiones que es una estatización en cubierta y una expropiación de los fondos de los trabajadores"
Diputado Benjamín Moreno, jefe bancada Partido Republicano
Con este panorama, el acuerdo que debiese alcanzarse no dejaría satisfecho en un 100% a nadie y todas las fuerzas políticas deberán ceder. No obstante, para la eficacia de la tramitación, el diputado y presidente de la comisión de Trabajo, Juan Santana (PS) asegura que "es necesario que los partidos de Chile Vamos se sienten a la mesa", de lo contrario, es "muy difícil avanzar en diálogos más sustanciales y de fondo".
El objetivo de Santana es anunciar después del 7 de mayo una fecha para que se ingresen indicaciones y marcar un plazo para la votación en general. Si bien no quiso proponer un día exacto, aseguró que es un proceso que "no se debe eternizar".
No obstante, la tramitación estará marcada por otro evento electoral: el plebliscito de salida del nuevo proceso constitucional el día 17 de diciembre de este año.
"Es necesario que los partidos de Chile Vamos se sienten a la mesa"
Diputado Juan Santana (PS), presidente comisión Trabajo
Ante esto, fuentes al interior del Ejecutivo sostuvieron que lo ideal sería que el proyecto se votara en el Cámara de Diputados en enero del 2024 o en su defecto, después del receso legislativo, en marzo del próximo año. Con todo, proyectan la salida del Congreso en septiembre del mismo año.
Por ahora, parlamentarios advierten la necesidad de buscar mayorías y generar las condiciones óptimas al interior de la comisión del Trabajo para darle fluidez a la discusión. Según el diputado Alberto Undurraga (DC), "si es que la mesa técnica avanza, podría generar una mayoría al interior de la Cámara, ya que son 80 los parlamentarios representados ahí".
Asimismo, comparte que los acuerdos sean después de las elecciones, porque "lo importante es ceder y que todos cedan". Sobre los plazos, a él le gustaría que el tema se zanje lo antes posible, "ya no hay más excusas", declaró.
Como expresidente de la comisión del Trabajo, dijo que le gustaría que desde la comisión se fijara un cronograma para los acuerdos y el ingreso de indicaciones.
