La Unión Europea está trabajando en acuerdos con Argentina y Chile que ampliarán su acceso a minerales y metales críticos como el litio, necesario para las baterías de los vehículos eléctricos, como parte de su objetivo de crear una economía menos intensiva en carbono.
En los próximos cuatro meses podrían firmarse memorandos de entendimiento preliminares, según la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, que agregó que son posibles otras asociaciones en Sudamérica y más allá.
Se trata del último esfuerzo de la UE por garantizar el acceso a recursos cruciales para su transición energética y digital, y reducir su dependencia de un puñado de proveedores entre los que figura China. Sigue a los acuerdos con Canadá, Ucrania, Namibia y Kazajstán. Bruselas también está en conversaciones con Noruega y Groenlandia.
"Las asociaciones estratégicas permitirán a ambas partes desarrollar conjuntamente proyectos de inversión en cadenas de valor de materias primas y sostenibles, al tiempo que reforzarán específicamente la colaboración en investigación e innovación", declaró el miércoles un vocero de la Comisión.
Un vocero de la Secretaría de Energía de Argentina dijo que el Gobierno está trabajando en un memorando con la UE para ayudar al país a desarrollar de forma sostenible sus industrias de exploración y procesamiento de metales. Según un borrador visto por Bloomberg, abarca 42 materias primas.
Se prevé que la demanda de litio, del que Chile y Argentina es un proveedor clave, se multiplica por 12 en 2030 y por 20 en 2050. La UE acordó prohibir la venta de vehículos nuevos que emitan C02 para 2035, en su apuesta por los vehículos eléctricos .
Es probable que el acuerdo preliminar se produzca antes de las elecciones presidenciales argentinas de octubre, en las que la coalición gobernante peronista corre en desventaja y no está claro qué política sobre el litio se utilizará el nuevo Gobierno.
La segunda mayor economía de Sudamérica también busca un estatus especial que le permita acogerse a la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, lo que permitiría a los fabricantes de automóviles estadounidenses utilizar su litio.
Chile es el segundo proveedor mundial de litio, después de Australia, y gran parte de su producción se procesa actualmente en China, donde los costos son bajos.
El canciller alemán, Olaf Scholz, se reunió con el presidente chileno, Gabriel Boric, en Santiago a principios de año, en un esfuerzo por asegurar suministros adicionales.